Terremoto político, descomposición institucional, hartura ciudadana

Publicado el 05 febrero 2013 por Ciberculturalia

La imágen con la que abro esta entrada es la portada del último número de la revista Mongolia. Me ha parecido muy adecuada y representativa del momento que vivimos.
Y es que ya a nadie se le escapa que estamos ante un profundo terremoto político y ante una descomposición del "régimen institucional". Como ya muchos analistas apuntan, tanto dentro como fuera del país, es la primera vez en la historia  de nuestra democracia que un presidente del gobierno está directamente acusado, aunque sea presuntamente, de lucrarse con la corrupción.
Y es que ante la posible implicación de Rajoy, junto con dirigentes del Partido Popular, como "presunto" receptor de sobresueldos ilegales (a cambio de favores políticos), el caso Bárcenas da un giro total, caso que ya muchos señalan que es el embrión del caso Gürtel y no un apéndice de este.
El caso Bárcenas con sus múltiples ramificaciones que implican a tantos y tantos políticos, algunos sentados en el Consejo de Ministros como la ministra Ana Mato, por poner tan sólo un ejemplo. Por cierto, si quieren oigan el telegrama que le ha enviado el periodista Miguel Ángel Aguilar a Ana Mato.
El caso Bárcenas como mecanismo de financiación del Partido Popular y su vinculación con importantes empresas imobiliarias, algunas de las cuales hoy hemos sabido que se han beneficiado de la "amnistía Montoro".
Si leemos las noticias de tan sólolos últimos días, el panorama no puede ser más desolador, lo cual permitiría pensar que en realidad estamos ante una auténtica crisis institucional, de proporciones ingentes y de consecuencias aún inimaginables. 
Porque no sólo hablamos del poder ejecutivo, herido de muerte a mi juicio, también de la crisis de la Corona con el caso Urdangarín, agraviado los últimos días con la imputación de Carlos García Revenga que reduce aún más el círculo "defensivo" que han creado al rededor  de la infanta Cristina. 
Hablamos de la imputación de la mano derecha de Artur Mas, Oriol Pujol, por el caso de las ITV. 
Por supuesto también desde estas páginas hemos hablado en varias ocasiones del caso de los ERES, en Andalucía, cuyos responsables políticos aún siguen en pie y mirando los casos de corrupción de las filas de enfrente.
Hablamos del posible beneficio de muchos imputados del caso Gürtel  gracias a la "amnistía fiscal" del ministro Montoro cuyo descaro, por cierto, en las contestaciones en la sede parlamentaria ya le debería inhabilitar para seguir desempeñando su cargo.
Todo huele a podrido. A descomposición. Ha hedor.
Mientras el poder ejecutivo se va hundiendo y la oposición mayoritaria, es decir, el PSOE, sigue en la UVI, los ciudadanos intentamos sobrevivir a este estado de descomposición institucional tan avanzado, tan profundo, tan desolador
¿Hasta cuándo aguantaremos?