A ese muchacho que era entonces mi tío le gustaban las historias de terror (no sé, por cierto, si esto es algo que se transmita por herencia genética, pero si así fuera, yo podría suponer de dónde viene mi gusto e interés por el género), y cada noche, antes de dormir, leía un rato alguna novela o cuento escalofriante. Decía que pasaba miedo, que se ponía nervioso, y que muchas veces estaba a punto de soltar el libro y no leer más, pero que al mismo tiempo disfrutaba mucho con aquellas emociones producidas por seres de pesadilla, sótanos siniestros, cementerios en ruinas y lúgubres bosques.
Las novelas que tanto entretenían y sugestionaban a mi tío en su juventud eran, según he sabido después, de las que se denominan “novelas de a duro” o "bolsilibros", que se vendían en los quioscos, constituían lo que se considera infraliteratura y eran el equivalente español de la literatura pulpamericana. En concreto, las que coleccionaba mi tío eran las que editó Bruguera durante los años setenta en la colección “Selección Terror”, y que tienen títulos tan estupendos y rotundos como Bajo la fría lápida, El siniestro asesino soy yo, Calefacción en la tumba, Las llaves del diablo o ¡Matad, muertos, matad! Un día, cuando mi tío ya estaba casado y era padre de familia, descubrí que las novelitas seguían en casa de mis abuelos, olvidadas allí cuando su dueño dejó la casa paterna. Mi abuelo me dijo que podía quedarme con ellas si las quería. Claro que las quería, y hoy sigo conservando esa docena de historias baratas que recuperé del olvido sin saber que con el tiempo se convertirían en el preciado objeto de coleccionismo que hoy día son.Durante las noches de aquel verano en que mi abuelo me las dio, esas novelitas pulp fueron para mí un ligero e intrascendente entretenimiento. No me parecían muy terroríficas ni tan persuasivas, pero siempre, antes de apagar la luz, me aseguraba de que en mi habitación no hubiera nada que, en la oscuridad, pudiera parecerse a la camisa de mi tío.
Es fácil encontrar en internet información sobre estas novelas y sobre sus autores más emblemáticos: Clark Carrados, Silver Kane, Burton Hare...