Por Andrea Carolina López Desde hace rato se me hace difícil ver películas hechas en Hollywood. La razón obedece a la de muchos: No encuentro historias originales, todas llevan la misma estructura de guión y por tanto aburren al resultar absolutamente predecibles. El tedio, como mencioné antes, no es exclusivo de espectadores corrientes como yo, también involucra a actores y realizadores vinculados a la poderosa industria estadounidense. Hace unos meses, a propósito del estreno de “La Piel que habito” de Almodóvar, el actor Antonio Banderas daba una rueda de prensa en la cual agradecía trabajar nuevamente con el director español pues se encontraba hastiado de actuar en los remakes hollywoodienses. El fin de semana pasado, la prestigiosa revista The Economist, publicó una entrevista al afamado director Terry Gilliam, que arroja autoritarias intenciones detrás de este fenómeno –y hay que decirlo- también habla muy mal de los anhelos de los espectadores. Comparto con ustedes el testimonio de Gilliam, que si bien no resulta muy alentador, al menos proveerá consuelo a aquellos cineastas que día tras días luchan contra la frustración de no poder realizar su película. Más información »