No pude evitar el pasado martes, viendo retirarse lesionado y cojeando al duro y gigantón John Terry en el transcurso del Atlético de Madrid – Chelsea, recordar su tristeza tras la final de la Champions de 2008. Llegaban a aquella final dos equipos ingleses: Manchester United y Chelsea. En un bellísimo escenario, el estadio Luzhniki de [&hellip Paco LunaFutbolero y colchonero desde 1978. Sé por qué soy del Atleti, pero no puedo explicarlo. Si quieres hablar de fútbol, aquí tienes un amigo.
Djukic o la vida en once metros
La volea blanca
El penalti de Cruyff
El fútbol, un juego de equipo
Recogiendo bienes
Adiós al héroe del Manzanares
Courtois, el Chelsea y las cláusulas del miedo
Y perdió la cabeza…