Tesis sobre un homicidio

Publicado el 04 mayo 2013 por Serreina
Como casi todo el mundo que ha ido a ver esta película, me dirigí sobre todo por el buen sabor de boca que me dejo El secreto de sus ojos. En esta ocasión, el protagonista es el mismo, Ricardo Darin, y digamos que el argumento también se basa en la investigación de un criminal. Pero a partir de hay, es todo tan diferente, y baja tanto el nivel, que cuando llega el final, lo único que hace es dejarte con cara palo, y preguntarte porque he tenido que ver la película.
Tampoco quiero ser exagerado, y algo de la cinta se salva (sobretodo y como casi siempre, Darin).
La trama nos sitúa ante Roberto (Darin), un abogado de supuesto éxito  que retirado de los tribunales, trabaja en la docencia. En medio de uno de sus famosos seminarios sobre crímenes matan en el aparcamiento del campus, a una joven. Y desde el principio, Roberto lo tiene claro, Gonzalo, uno de sus alumnos e hijo de un conocido suyo, es el principal sospechoso. Aunque parece que para Roberto, lo que Gonzalo le plantea es un juego en el que entra de lleno, intentando llevar una investigación paralela a la de la policía para desenmascarar a su culpable.
Uno de los mayores problemas que tiene la película, es que es demasiado previsible, todo parece ya visto, y cuando la película da un giro, lo hace hacía lo más evidente, o resulta decepcionante. Por otro lado, lo que de verdad mantiene al espectador pegado a la pantalla, es la actuación de su principal protagonista, Ricardo Darin, que lo da todo con lo poco que tiene, y a pesar de su final, hace un buen trabajo. No puedo decir lo mismo de su compañero protagonista, Alberto Amman, no es que lo haga mal del todo, pero se nota que le faltan aún muchas tablas, pues para que un personaje que debería de haber sido todo un caramelo, a pesar de la mala definición del guión, se vuelve aburrido, y hasta nos estorba en la pantalla. Por otro lado, tenemos a la que completa el trío protagonista, Calu Rivero, que además de protagonizar una escena de sexo gratuita, y enseñarnos su pechos, no hace mal su papel, pero o bien el director, o bien el guionista  no han sabido darle el empaque que deberían.
En definitiva, alguna que otra conversación técnica, y el trabajo de Darin merecen la pena, pero el resto, no es muy del otro mundo, aunque si te gustan las imitaciones de los thrillers llenos de tópicos americanos, puede que esta película te entretenga.