“Tesla. Inventor de la era eléctrica” de W. Bernard Carlson

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«Hay algo en mí que podría ser ilusión, como pasa a menudo con la gente joven entusiasta, pero si tuviese la fortuna de logar alguno de mis ideales, sería en nombre de toda la humanidad».                                    Nikola Tesla, 1892

Cubierta de: Tesla. Inventor de la era eléctrica1

Lo primero que hice cuando llegó el libro, tan amablemente enviado por la editorial, a mis manos fue mirar la editorial de la edición original: Princeton University Press. En los libros de origen extranjero, como este, el conocer la editorial de origen me da una idea de la profundidad temática del libro, y mis sospechas se han cumplido. Los libros que edita la Universidad de Princeton son siempre obras muy preparadas, muy “sesudas” si se puede decir así. No es que sean especialmente para especialistas, pero sí para personas preparadas. Un detalle de lo que digo es que el libro tiene 560 páginas, y el epílogo y las notas empiezan en la página 441, es decir más de 100 hojas dedicadas a complementar la obra.

En la introducción del libro podemos leer: “Anteriores biógrafos de Tesla han tendido a ser de los que le rinden tributo. En este libro quiero alcanzar un equilibrio entre el homenaje y la crítica a Tesla, que como se ha indicado, tiene un ascenso espectacular (1884-1894) al que sigue un descenso en la misma proporción (1895-1905). La tarea de un biógrafo de Tesla es ensamblar su vida de modo que tanto el ascenso como el descenso tengan sentido. De hecho, los factores que dan lugar a un éxito personal deberían explicar también el fracaso de esa persona”.

Mark Twain en el laboratorio de Nikola Tesla (al fondo), (1894). El escritor era un gran amigo del científico.

Al contrario que otras biografías, en las que lo hagiográfico domina a la exposición informada, esta sitúa a Tesla – cuya personalidad y avatares personales no quedan, en absoluto, al margen – en su contexto apropiado, el de una sociedad, la estadounidense de finales del siglo XIX y comienzos del XX, sumergida en un proceso de cambio acelerado provocado sobre todo por el desarrollo tecnológico. Gracias a Carlson, los lectores serán capaces de comprender cómo inventaba Tesla, cómo funcionaban sus inventos y qué pasó cuando los presentó. El libro técnicamente es muy bueno, pero donde le veo un poco más flojo es en el reflejo humano de Tesla, pues le dedica poco más de veinte páginas en el primer capítulo titulado “Una infancia ideal (1856-1878)”. Está dividido en dieciséis capítulos muy bien elegidos por fechas y desarrollo tecnológico; y viene complementado con un epílogo; las Notas sobre las fuentes; las Abreviaturas y fuentes; las Notas, los Agradecimientos y un Índice muy completo. También incorpora más de cincuenta imágenes aclaratorias de sus inventos.

En la sinopsis que nos ofrece la editorial nos indica que: entre los grandes protagonistas de ese mundo, destaca un serbio que después de estudiar ingeniería en Graz (Austria), emigró en 1884 a América, instalándose en Nueva York; un serbio de imaginación y habilidades descomunales, un excéntrico sin miedo a lo desconocido, que gozaba montando espectáculos para promover sus inventos: Nikola Tesla (1856-1943). Es difícil apreciar cuánto debemos a sus inventos: sus ideas y patentes fueron decisivas en la configuración de las bases sobre las que finalmente se sustentaron los sistemas modernos de producción y distribución de electricidad por corriente alterna (frente a los sistemas de corriente continua que defendía su en un tiempo amigo y luego competidor Thomas A. Edison). Utilizando la correspondencia de Tesla, registros de negocios, testimonios legales, publicaciones y aparatos que perviven, Bernard Carlson, un distinguido historiador de la tecnología, ha sido capaz de reconstruir la vida y aportaciones de aquel visionario inventor.

Lee las primeras páginas.

W. Bernard Carlson

El autor:
W. Bernard Carlson es catedrático de Ciencia, Tecnología y Sociedad en la Escuela de Ingeniería y Ciencia aplicada, puesto que compatibiliza con el de catedrático de Historia de Medio Ambiente y Tecnología, en la Universidad de Virginia. Es autor de obras como Technology in World History e Innovation as a Social Process: Elihu Thomson and the Rise of General Electric, 1870-1900.

El libro:
Tesla. Inventor de la era eléctrica (título original: Tesla. Inventor of the electrical age, 2013) ha sido publicado por la Editorial Crítica en su Colección Drakontos. Traducido del inglés por Laura Sánchez Fernández, 2014. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 566 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento transcribo una noticia publicada el 4 de julio de 2014 en la que se anuncia que dos físicos rusos quieren reconstruir la torre Tesla para dar energía sin cables al mundo.

Dos físicos rusos quieren reconstruir la torre Tesla para dar energía sin cables al mundo

Según los físicos rusos Serguéi Plejánov y Leonid Plejánov, la versión moderna de Wardenclyffe, o la torre Tesla, también conocida como ‘transmisor planetario’, permitirá “transmitir la energía a través de la Tierra a cualquier distancia en el planeta”, lo cual ayudará a resolver muchos problemas tecnológicos.
Tesla creía que la torre podría transmitir energía de forma inalámbrica, pero este proyecto no demostró su viabilidad durante la vida del genial físico.
Si Tesla estaba en lo cierto, algo que no dudan los físicos rusos, después de un profundo estudio del diseño de su torre, el proyecto podría proporcionar un sistema eficaz de distribución y transmisión de energía por todo el mundo. Y además se tratará de energía limpia.
Leonid Plejánov y Serguéi Plejánov han pasado los últimos cinco años estudiando y modelando las notas y las patentes de Tesla para la torre y están seguros de que el proyecto es viable con los materiales y tecnología actuales.
El principio detrás del diseño actual es que ya tenemos una fuente ilimitada de toda la energía que podemos necesitar: el sol. Un panel solar de 100.000 kilómetros cuadrados en un bonito, soleado desierto en alguna parte del mundo podría cubrir todas las necesidades de energía mundiales. El problema radica en la distribución de esa energía, puesto que los sistemas actuales presentan muchas fugas.
La red de torres propuesta por Tesla fue diseñada para aprovechar la propia conductividad de la Tierra, la transmisión de energía a través de la tierra y la ionosfera con muy poco desperdicio.
Una descripción detallada de cómo funciona una torre se puede encontrar aquí.
Mientras la torre original de Tesla construida en Long Island pesaba 60 toneladas, el plan de los Plejánov es construir un prototipo de tan solo dos toneladas gracias a los avances en los materiales. La bobina de Tesla (un tipo de transformador resonante patentado por el científico en 1891) será de unos 20 metros de largo.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/132992-rusia-proyecto-tesla-transmision-inalambrica-energia

También pongo un vídeo en el que la noche del miércoles, 1 de mayo de 2013, el autor W. Bernard Carlson que estaba en Baltimore, en la Universidad Johns Hopkins y en la librería Barnes & Noble, para hablar y firmar su nuevo libro, “Tesla: Inventor de la Edad eléctrica.”

Nikola Tesla Inventor, Mystic, Genius & Hero of the Counterculture

Para saber más:

http://es.wikipedia.org/wiki/Nikola_Tesla