TESS, el sucesor de Kepler.
(Fuente: www.cnet.com)
Aunque hablemos de él como sonda, TESS es un telescopio espacial, igual que su antecesor Kepler. También aclarar que, una vez que se ponga en marcha, Kepler no será desconectado inmediatamente, ya que a la NASA le interesa prolongar la misión lo máximo posible. Puede que ambas misiones convivan un tiempo, aunque eso dependerá de lo que decida la agencia espacial estadounidense. Dicho instrumento será expulsado de la Tierra gracias a la propulsión de un Falcon 9, por lo que el impulso correrá a cargo de Space X. Una vez en órbita, el nuevo cazador de exoplanetas cubrirá un área 400 veces más extensa que la que cubría Kepler, permitiéndole monitorear hasta 500.000 estrellas cercanas a la Tierra, mientras que Kepler "sólo" estudiaba 150.000 estrellas. Este aumento en número de objetos de estudio se debe, en parte, a su órbita elíptica muy excéntrica, lo que le permite abarcar más zonas del cielo y dedicarle a cada una más tiempo (una media de 27 días por zona).
Al igual que Kepler, y tal como indica su nombre, TESS descubrirá futuros exoplanetas mediante la técnica del tránsito. Aunque ya la hemos comentado en entradas anteriores, vamos a volver a explicar en qué consiste esto. Imaginemos un eje que une al observador (TESS) con el objeto que queremos observar (una estrella). Ahora sí podemos definir una zona frontal y trasera de la estrella, ¿no? Entonces, ¿qué pasará si hay algún planeta orbitando ese cuerpo? La consecuencia será una disminución del brillo, ya que dicho objeto tapa parte de la estrella, provocando un efecto que misiones como TESS o Kepler pueden estudiar. Una vez que se detecta esta disminución, si posteriormente se observa que es periódica, los científicos ya podrían afirmar que se trata de un exoplaneta. A partir de aquí, y con los datos obtenidos en un estudio más profundo, la sonda podrá estimar algunas de sus características como la masa, el radio, la composición general de la atmósfera, etc.
En principio, TESS será lanzada el jueves. Sin embargo, la misión no comenzará hasta junio de 2018, cuando la sonda haya comprobado que toda la instrumentación funciona correctamente. A partir de aquí, iniciará un estudio que, posiblemente, la llevará a descubrir numerosos nuevos planetas. Quién sabe si superará a Kepler. La importancia de esta sonda es que, gracias a una mayor sensibilidad, será capaz de recoger datos más precisos, lo que permitirá a futuras misiones como el telescopio espacial James Webb (cuyo lanzamiento será en 2020) estudiar dichos cuerpos con más detalle. Con el lanzamiento del nuevo cazador de exoplanetas se abre una nueva ventana a la exploración de mundos extrasolares, ¿qué nos espera ahí fuera?