Test O’Sullivan del segundo trimestre

Por Clara Ingeniera @mamaingeniera

Como bien sabéis, tuve que hacerme el test O’Sullivan en el primer trimestre sin tener ningún tipo de antecedentes. Cuando le pregunté a la ginecóloga de la Seguridad Social el motivo, me dijo que se estaba implementando este protocolo, ya que en los últimos tiempos ha aumentado la diabetes gestacional y de este modo se puede detectar desde mucho antes.

Mi test O’Sullivan salió alterado en su momento y tuve que hacer el Test de Tolerancia Oral a la Glucosa (TTOG). En Cataluña, o al menos, en mi hospital, me dieron una dieta preparatoria de 3 días para poder hacerme esta prueba. Si, lo sé, en otros sitios no la dan, pero tiene su explicación que ya di en su momento.

Pues bien, la semana pasada y dentro de las fechas normales para cualquier embarazada, me hice el test O’Sullivan otra vez.

Esta vez ya sabía a lo que iba, pues era la tercera vez que me bebería el líquido horrible, pero no contaba con que me marearía antes de entrar a bebérmelo, y es que tenía muchísima hambre.

Empezaron a darme calores mientras me lo bebía y la enfermera se asustó, “¡no vayas a vomitar, eh!”, pero yo no lo veía claro. Le pedí si me podía traer un limón para rechupetear y así lo hizo.

Se preocupó por mí. Me dijo “si estás sola y te encuentras mal, ven y avísame, que tenemos camillas”. Me sentí muy reconfortada, pero preferí irme a la sala de espera.

Pasó la hora, y volví al box de otra enfermera que estaba libre para que me sacasen sangre. ¡Qué bien me pinchó! Y eso que mis experiencias en la SS no han sido muy buenas, pero no me hizo daño y no me salió moratón, nada.

Al día siguiente hice la temida llamada y ahí fue cuando lo supe. “Ha salido alterado. Tienes que venir a recoger la dieta y a pedir cita para la curva larga”, pero como yo ya tenía la dieta, me dieron cita directamente para mañana miércoles a las 9:00.

El domingo empecé la dieta y no recordaba lo mal que te hace sentir comer más de medio kilo de comida cada vez. Desde que la empecé estoy adormilada, con ganas de vomitar, me siento pesada, de muy mala leche y llorica a más no poder.

Pero ya está, ya estoy llegando al final de túnel y mañana, por fin, es la prueba.

La otra vez no pudieron ponerme la vía y me destrozaron el brazo, pues me llevé 5 pinchazos en el mismo sitio (1 de la vía fallida, y 4 de la prueba en sí), porque el brazo izquierdo ni mirarlo querían.

Creo que mañana propondré que me pongan la vía en la mano. La verdad es que no sé qué prefiero, si el dolor de la vía, o los 4 pinchazos en el mismo sitio (no exactamente el mismo sitio pero si separados unos escasos milímetros unos de otros).

¿Qué me aconsejáis que haga? ¿Vía en la mano o pinchazos individuales en el brazo muy juntos? La vía en el brazo está totalmente descartada, mis venas son mucho más finas que la vía en sí.