La tetanalgesia como su propio nombre indica, es un término que se usa para referirse a la calma y la reducción del dolor que sienten los bebés que son amamantados mientras sufren pruebas médicas dolorosas: vacunas, prueba del talón, administración de vitamina K tras el parto, extracción de sangre, etc.
Este “palabro” se inventó hace ya algunos años por un grupo de pediatras del Centro de Salud El Greco de Getafe (Madrid) pertenecientes al Grupo Previnfad/PAPPS tras ver que los bebés que estaban al pecho de sus madres prácticamente ni lloraban ni se quejaban cuando les ponían las vacunas correspondientes (todo lo contrario que el resto de bebés que normalmente lloran desconsolados).
Si lo piensas tiene toda la lógica del mundo, porque los bebés de forma instintiva, piden mamar cuando sienten dolor (o miedo) por lo que en una situación nueva, que ellos pueden percibir como de peligro, lo normal es que les podamos ofrecer el pecho para calmarlos y ayudar a que su dolor sea menor.
La tetanalgesia es beneficiosa para todos, bebé, madre y personal sanitario
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Es una solución sencilla y barata que beneficia a todos los interesados:
Al bebé
Sin duda es el mayor beneficiado aquí porque disminuye significativamente su dolor y su estrés, con lo que la prueba no supone un trauma para él.
El bebé se encuentra tranquilo, recibiendo la leche calentita de mamá y normalmente ni se da cuenta de que le están pinchando y si lo nota, le molesta muchísimo menos que si le pinchan “a pelo” sujetado entre dos adultos, inmovilizado y aterrorizado.
A la madre
Que siente que está ayudando a su hijo en un momento complicado de su vida (y es que de verdad lo está haciendo).
Además esto aumenta su confianza como madre, se siente parte activa del tratamiento y mejora el vínculo con su bebé.
Al personal sanitario
Las ventajas para el personal sanitario son numerosas:
- la prueba se realiza más rápidamente y sin sufrimiento
- no es necesaria ayuda de otros compañeros para inmovilizar al bebé
- el bebé no se mueve por lo que se producen menos errores
- se puede “aprovechar la ocasión” para resolver dudas de la madre en cuanto a su lactancia o revisar el agarre del bebé al pecho
Sin embargo se practica poco
¡Qué raro! ¿verdad? algo tan sencillo, tan barato y que no tiene ningún inconveniente para nadie ¿cómo es posible que no se esté haciendo de forma protocolaria en todos los hospitales y centros de salud?
Pues como siempre, la culpa la tiene el desconocimiento y los protocolos rígidos de algunos centros sanitarios.
En abril de 2015, se realizó un pequeño estudio en Sevilla sobre la evaluación de los conocimientos de tetanalgesia y su aplicación en una unidad de neonatología. Se entrevistó una población de 51 profesionales sanitarios y se vio que únicamente el 45% de ellos conocía el término y su aplicación.
Pero lo más curioso de todo es que estos sanitarios que lo conocían, sólo lo estaban aplicando el 22%.
¿Qué cosas pasan verdad? la falta de consenso entre los que no conocen la tetanalgesia y los que sí la conocen es la causa mayoritaria para no aplicarla (ganando los que NO la conocen porque no se aplica), seguida por la falta de tiempo, algo bastante absurdo ya que la tetanalgesia ahorra tiempo en las pruebas, lo que nos lleva de nuevo al desconocimiento y la desinformación.
¿Y con los bebés que toman biberón qué pasa?
En estos casos se denomina “maternoanalgesia” y casualmente se ha visto que los bebés también están más calmados y sienten menos dolor ante pruebas invasivas si están en el regazo de su madre tomando un biberón, así que también se podría hacer muy fácilmente.
Para saber más sobre tetanalgesia, puedes leer este artículo publicado en la revista digital de la Asociación Española de Pediatría o descargar esta presentación donde el pediatra Manuel Merino explica de forma sencilla en qué consiste la técnica.
Y ahora llega tu turno ¿has usado la tetanalgesia alguna vez? ¿ha funcionado para tu hijo? dímelo en los comentarios.
Fotografías: tetanalgesia en el Hospital Dr. Peset de Valencia gracias a Hoy Comentamos, presentación de Manuel Merino y grupo de apoyo a la lactancia del Centro de Salud Olaguibel (Vitoria-Gasteiz), tetanalgesia ganadora del concurso de fotografía WABA 2014.