Texas eliminará la necesidad de permisos para portar armas en espacios públicos

Publicado el 26 mayo 2021 por Joseantortega

El estado estadounidense de Texas está cerca de eliminar la necesidad de tener un permiso para portar armas en público. 

Greg Abbott, el gobernador del Estado, tiene en su escritorio la reforma HB1927, que fue aprobada el domingo por el Congreso local a puerta cerrada, y solo espera la promulgación.

El político republicano, un fervoroso creyente del derecho a la posesión de armas, ha anunciado que la firmará y publicará en los próximos días.

La medida ya ha sido criticada por demócratas y por activistas que abogan por mayores controles de armas. Los especialistas han alertado también del giro que algunos estados conservadores han tomado respecto a la segunda enmienda en los primeros meses de la Administración demócrata en la Casa Blanca.

En Texas, hasta el momento, basta con que el sheriff del condado, la policía local o estatal den el visto bueno a portar un arma tras una revisión de antecedentes y una toma de huellas dactilares.

Esta se otorga por cinco años a mayores de 21 años que hayan aprobado un curso práctico de seis horas, un examen escrito y una prueba de tiro. Las autoridades han dado más de 1.5 millones de permisos en Texas, que son válidos para portar pistolas en otros 37 Estados, pero que no tienen validez en sitios como hipódromos y aeropuertos.

La iniciativa, que ha sido aprobada por las mayorías republicanas en la Cámara de Representantes y el Senado de Austin (capital del Estado), elimina los requisitos antes mencionados.

Bastará con tener 21 años. Las pruebas serán sustituidas por un curso gratuito en línea. Los senadores locales, sin embargo, añadieron una enmienda a la norma que hace más duras las penas para todos aquellos que porten armas teniendo antecedentes penales o de violencia doméstica.

Además de los tiroteos públicos, las armas han mostrado ser un mortal ingrediente para la violencia machista en Estados Unidos. Cada año más de 600 mujeres, 16 cada hora, son asesinadas por sus parejas de acuerdo a datos de Giffords, un centro de políticas públicas enfocado al control de armas. El 55% de los feminicidios involucran una pistola.