Rescato este texto de Pedro Almodovar fechado a 30 de julio de 2.008. Me interesan las reflexiones tan complejas como lúcidas que Almodovar nos regala en relación con la capacidad de los actores para interpretar un papel según su nacionalidad. Sus reflexiones tienen un eminente corte antropológico. Almodovar nos habla de los registros típicos de los actores británicos, latinos y americanos. A medida que avanza con sus disertaciones, proyecta luz sobre los ámbitos más grises de nuestra comprensión del arte de ponerse delante de una cámara. Dice lo siguiente:
Qué dotados están los actores ingleses para interpretar a los personajes homosexuales varones (con más o menos pluma). Y qué diferencia con la loca mediterránea, .../...Para este tipo de personajes el actor latino tiene a su favor “el fuego de la mirada”, y la falta de prejuicio (no se me ocurre mejor ejemplo que Antonio Banderas. Y no hablo ya de las películas que hicimos juntos, especialmente de “La ley del deseo”) .../...Este fuego, por razones culturales, no se halla en el registro natural de los actores británicos (excepto Ralph Fiennes), pero poseen todo lo demás, incluso ese “algo” interior tan difícil de definir que nos hace presentir que alguien es homosexual, sin que ningún detalle externo lo delate. Lo digo como una cualidad, cualidad que no poseen los actores americanos, por ejemplo.(Naturalmente hay excepciones, Steve Carell en “Little Miss Sunshine” es un ejemplo de lo contrario, o Jake Gyllenhaal (“Brokeback Mountain”) y Kevin Bacon (“JFK”). Ninguno de ellos añade nada a su apariencia y a su manera de expresarse para hacer un personaje homosexual.) Actúan desde dentro. Para mí la presencia más representativa de la pulsión homosexual en el cine americano es Heath Ledger en “Brokeback Mountain”.
Pedro Almodovar.ANTONIO MARTÍN DE LAS MULAS