Revista Cultura y Ocio

Texto 75: François Truffaut y su estrategia de financiación

Publicado el 21 febrero 2013 por Loquecoppolaquiera @coppolablogcine
Mi única táctica de alternación es la de rodar una película de bajo presupuesto después de cada película cara, con el fin de no verme arrastrado en la escalada que lleva a las concesiones graves, a la megalomanía o el paro. .../... se produjo esa cosa divertida, que demuestra que no se pueden hacer previsiones: ¡con un presupuesto de 750 millones de viejos francos, la Sirena perdió 350 mientras que El Niño salvaje, que costó poco menos de 200 millones, ganó 400! 
François Truffaut

La literatura empresarial americana de la primera década de este segundo milenio ha elaborado un concepto fundamental para el mundo del márketing publicitario, el concepto de marca personal (personal branding). Un concepto por el que uno debe tratarse a sí mismo como una marca comercial que debe ser dotada de prestigio. Hoy en día este concepto es clave para entender los motivos que justifican la forma en que se organiza la información en un cartel de cine. El nombre de un prestigioso director de cine suele aparecer impreso con fuentes destacadas y visibles, sabedores como son, que éste pequeño detalle atraerá a una ingente masa de admiradores. En el año 2.011, Roman Polanski estrenó "Un dios salvaje". Fui a verla sólo porque confiaba en el talento de Polanski. Mi sorpresa fue la de encontrarme con una película sosa, superficial, banal y torpe. Tantos otros como yo padecieron la misma decepción. Lo curioso de todo es que en la web de Filmaffynity le concedieron una puntuación media de un 7 en una escala de 1 a 10. Yo, la verdad, no daba ni un duro por esta cinta. Pero a lo que vamos es que los directores que tienen un cierto estilo atraen a los espectadores con la sola invocación de sus nombres en los medios de promoción publicitaria. Una película de Spielberg es una película de Spielberg. Una película de Kubrick es una película de Kubrick. Una película de Hitchcock es una película de Hitchcock. Esto explica un poco la extrañeza de Truffaut cuando declara que lo que ganó con la película de bajo presupuesto lo compensó con las pérdidas que causó con la película de alto presupuesto. No creo que ello se deba tanto a la calidad de la película, que también, como al valor de la marca personal. Porque quizá Truffaut, en sus tiempos, era un director de 400 millones de francos, estaba en esa media, y su marca personal tenía ese caché.
ANTONIO MARTÍN DE LAS MULAS 


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