Texto 93: André Bazin y las adaptaciones.

Publicado el 27 marzo 2013 por Loquecoppolaquiera @coppolablogcine
Al adquirir una cierta perspectiva crítica sobre la producción de los diez o quince últimos años, puede verse en seguida que de los fenómenos dominantes en la evolución del cine es la utilización cada vez más matizada del patrimonio literario y teatral. 
André Bazin
Este texto pertenece al gran crítico francés André Bazin, fundador de la legendaria revista Carhiers du Cinema que acogió a críticos y también cineastas de la talla de François Truffaut, Claude Chabrol, Eric Rohmer, Jean Luc Godard entre otros muchos. El texto forma parte de un estudio publicado en España por la editorial Rialp en el año 1.966, cuyo original se publicó en París por Editions du Cerf y que obra bajo el título de "A favor de un cine impuro".
El texto de Bazin no puede ser más indicador de lo que sigue sucediendo en nuestros días. Como en aquellos tiempos los cineastas de hoy en día hallan su inspiración en otras formas de arte. Cualquier forma de arte es apta para la inspiración. Pero es esencialmente la literatura y más concretamente la novela la que centra la mirada de los que anhelan los susurros de la musa. En el fondo no se trata de una mera casualidad o de una obsesión insustancial, sino del síntoma evidente de que los creadores de nuestros días carecen de una inspiración original. De ahí viene la moda de dirigir remakes, secuelas, narraciones basadas en hechos reales, o basadas en novelas, o basadas en obras de teatro, biografías de artistas, científicos o políticos reconocidos, historias de superhéroes que provienen del mundo de los comics o de los videojuegos, y cuantas otras formas revelan ésta sintomatologia del vacío creativo. Lo más lamentable de todo es que las cintas más creativas las producen unas productoras que año tras año nos deleitan con su repertorio anual de películas enlatadas, y que en definitiva no pasan de ser una mala imitación de esquemas visuales, estructuras narrativas, y técnica de montaje que hemos visto mil veces en las gloriosas obras del pasado. El mejor cine proviene de producciones independientes o de autoproducciones; y por supuesto de las producciones que se llevan a cabo en áreas geográficas distintas de los Estados Unidos, ajenas en todo caso de su inversión capitalista. El cine de nuestros días se encuentra en sus horas más bajas, mendigo como es, de transfusiones de creatividad, la que le brinda el teatro y la novela y las vidas pasadas, una pena muy grande que nos mantiene presos del anquilosamiento.
ANTONIO MARTÍN DE LAS MULAS