Textos de Alejandro Maciel

Por Revistaletralibre
Selección de textos de Alejandro Maciel, Buenos Aires, 2010.
(De "20 poemas de humor y una canción disparatada")
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LAS RATAS QUE ESTÁN DE LUTO
En la casa de Felipe Santillán,
en el centro de Asunción del Paraguay
Hay un cortejo de menudas ratas,
Y todas, todas, metieron la pata.
Van llorando detrás de una carroza
funeraria, llena de lirios y rosas.
Todas de luto y de lujo vestidas
lloran sin tino por cosas perdidas.
Una dice que ha olvidado
en dónde dejó un candado.
Otra dice que ha perdido
los volados del vestido.
Y llora a moco tendido.
Otra, que está preocupada
Porque olvidó en la nevera
El reloj y una almohada.
La más grande asegura que no sabe
Por qué es que llora tan, tan suave.
En el centro de Asunción del Paraguay
pasan cosas que no tienen que pasar.
Quince ratas como viudas van llorando
¡A un Gato que andaba acechando!
Quince viudas lamentando que se ha muerto
Alguien que las usaba como almuerzo.
Nadie sabe bien qué pasa ni qué hay
En el centro de Asunción del Paraguay.
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HISTORIAS EMBRUJADAS
En una cueva de Itá Enramada
vive una Bruja que duerme sentada.
Y en un altillo de Concepción
vive otra Bruja que vende carbón.
Se escriben cartas
por Internet.
Vaya usté
a saber por qué.
¿Serán cartas
encantadas
Que dicen pavadas?
No hay ningún palabrerío
Sólo cifras, es un lío
Nadie sabe qué se dicen
Ni el brujerío.
Se dice que la Bruja de Itá Enramada
no duerme porque está muy enamorada.
Un sastre que es desastre le recomienda:
“Use frazadas que tengan pimienta,
así estornuda todas las pesadillas
y se le alivian los dolores de rodillas”.
Se dice que la Bruja de Concepción
anota números en su camisón
No duerme y se pasa multiplicando,
va y viene dos mil metros caminando.
El sastre que es desastre le aconseja
que nunca se le olvide esta conseja:
Que en vez de hacer cuentas, haga cuentos
¡Que en una sola noche haría cientos!
Que no, que no
dicen las tontas.
"Mejor seguimos
la noche en vela,
jugando juntas
a la quiniela".
Juegan a veces
Y al dos por tres
A la cabeza
Y a los diez.
Que nunca ganan
Ni adivinando
Que siempre pierden
El aguinaldo.
Y lo más grave
Pierden el tiempo
Contando nada
En vez de cuentos.
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EL RAP DEL LAGARTO MATÍAS
Hay una Luna nueva
En la escalera.
Pide pan a la mañana
Pide sol, pide zonceras.
Siete mil estrellas rojas
Se ríen a carcajadas.
Porque en la noche romántica
La Luna no está casada.
Al Planeta le salieron
Unas canas verdes.
Y hay montones de señores
Que las venden.
¡Que son árboles! les gritan
desde Inglaterra,
No los corten si no quieren
Quedar sin Tierra.
La Luna solterona
Sigue de largo
Confiando en que la gente
Sabrá hacer algo.
¿Sabrán para qué sirven
las arboledas?
Si no lo saben habrá
Que ir a la escuela.
Antón, Antón, Antón pirulero
Sin árboles no hay
Vida ni juegos.
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BALADAS VACUNAS EN UNA LAGUNA
La Vaca Pepita es una modista
“De alta costura”, dice en la revista.
Y el Toro Campeón de la raza Angus
La ama en secreto y le envía francos,
Libras esterlinas, bonos del Tesoro,
Anillos y versos, un perro y un loro.
La Vaca no acepta porque es educada,
Tiene tacos altos y blusa floreada.
El Toro amanece pensando en Pepita.
Toma tereré y a quien pasa, invita.
Quiere desahogar tan inmensa pena:
Amar de mañana, en almuerzo y cena.
Amar sin medida, sin peso ni olor
Amar en silencio y en tecnicolor.
Pasó un tal Pinocho diciendo mentiras
El Toro no cree ni escucha ni mira.
Pasó Cenicienta y el Príncipe azul
Le habló de un zapato: no entendió ni mu.
Pasaron el Lobo con Caperucita,
La Bella Durmiente, Mambrú y la Abuelita.
Mambrú le contó que iba a la guerra
Habló con el toro y terminó el problema.
Cantó cierta marcha en son militar:
Diciendo de paso:
(Mambrú no vuelve más)
Pasa sola muy oronda Blancanieves
Sin enanos ni madrastra por ser jueves.
Como siempre el Toro invita un tereré
Y ella ofrece ser madrina del bebé.
Chibirín, chibirín, en el Puente de Aviñón
Todos bailan, todos bailan
Sin razón.
Todo el monte sabe bien que el Toro ama
¿Y por qué no se lo dice a la fulana?
Ella sigue muy campante haciendo ropas
De esas raras, que se usan por Europas.
Una Rana comedida se lo advierte:
“Hay un Toro que se ablanda al solo verte”.
-No me digas que es verdad ese chimento.
-¡Si no fuera de verdad, no te lo cuento!
Queda entonces pensativa la Pepita
Llama por el celular a sus primitas
-Tengo un novio pero yo no sé quién es
-¡No me digas, si es así, yo tengo tres!
Ja ja ja, jarajajá con esta Vaca
Que imagina los galanes en la chacra.
En un árbol se encontraba la Torcaz
Cu curu-cucú. ¿Adónde estás?
Llega el Angus con su manto colorado
Se declara de perfil y de costado.
Le promete serle fiel hasta la muerte
Tenga gripe, tenga sueño o tenga suerte.
Hasta cae un lagrimón verde-limón
(Son las cosas que entrevera tanto amor)
En el árbol continuaba la Torcaz
Cu curú-cucú no digas más,
O pregúntale a san Antón, el pirulero
Que el santo más casamentero.
Dijo “sí” la enamorada oliendo un trébol
Y arreglando su tocado en un espejo.
¿Quién oficia de madrina en estas bodas?
(Se ofrecieron mil quinientas menos todas)
En el árbol preguntaba la Torcaz
(¿Dónde estabas corazón que ya no estás?)
Se casó de punta en blanco ña Pepita
Con el Toro campeón que de amor, grita.
Todo el mundo está de fiesta en pleno campo
Cu-curú cucú bailan malambo.
Don Mambrú dejó la guerra para siempre
Porque allí sólo se aprende a matar gente.
Blancanieves nos recuerda que no miente.
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LA VACA Y LA LLUVIA
La Vaca, la Vaca
Juega a las barajas.
La lluvia, la lluvia
Cae rubia y turbia.
La Vaca murmura
Su canción de cuna.
“Duérmete ternero
Hasta el seis de enero
Que vendrán los Reyes
Si no tienen fiebre”.
La lluvia de ayer
Deja de caer.
La del mes que viene
Pasa por un peine,
Se lleva el jabón
Con ella, al Japón.
La Vaca, la Vaca
Dice que está flaca.
Un fardo de heno
Le cae indigesto.
El hijo-Ternero
Nunca tiene sueño.
Se pasa las noches
Haciendo fantoches
Asusta a la Luna
Que es sola y es una.
Que si fueran dos
Tendrían razón.
Pero es una sola
Y llueve y se moja
Con mucha congoja.
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EL FUNERAL DEL GRANO DE ARROZ
Seis, cinco, cuatro, dos
Se murió un grano de arroz
En la terraza, los deudos
Llevan flores de cartón.
Cómo fue que falleció
Todo el mundo está contando,
que se cayó en una olla
y se murió del espanto.
Ay, qué ramalazo
Qué mala pata,
Dice la gata
Que tiene cuatro.
La viuda muy oronda
(arroz con leche es la ronda)
Organizaba un concurso
Con tangos y con milongas.
El grano desde su féretro
Mira tieso el estropicio
¡Que han dejado servilletas
Tiradas por todo el piso!
Y para colmo de males,
Hay invasión de gorgojos,
Comen deudos, comensales,
Coroneles, generales.
Comen tanto los gorgojos
Que engordan como piojos.
El difunto grano piensa
Llamar a la policía
Y convocar a la prensa.
No hay derecho, no hay derecho:
Su velorio está deshecho.
Le echan agua sin querer
Y el grano empieza a brotar
Salen dos hojas flaquitas
Y se van al arrozal.
El agua está sorprendida:
Resucitó un alma en pena
“No importa, igual está vivo
En el almuerzo y la cena”.
Termina en un restaurante
De un chino llamado Chan
Con milanesas de sojas
Pescado, pollos y pan.