Basada en un relato de Philip K. Dick, The Adjustment Bureau es la primera película escrita y dirigida por George Nolfi, guionista de la gloriosa El ultimátum de Bourne. Nolfi emplea notables influencias de la saga del agente amnésico para dirigir esta película con solvencia, haciendo gala de un estilo correcto para desarrollar una trama muy entretenida en la que se mezclan una historia de amor que cae en ciertos tópicos (aunque aquí funcionan sin más) y los siempre interesantes conceptos planteados por el escritor de ciencia ficción estadounidense relacionados con el Departamento de Ajustes (cruce entre los agentes Smith de Matrix y los hombres grises de Momo), el Destino, la Providencia y el libre albedrío.
Nolfi ha contado con un reparto llamativo para su debut: a la presencia del veterano Terence Stamp se unen talentos recientemente descubiertos como Anthony Mackie (The Hurt Locker) o John Slattery (Sterling en Madmen) y curtidos actores de reparto como Michael Kelly (El Intercambio), todos ellos correctos en sus respectivos roles. Los papeles protagonistas recaen en Emily Blunt, actriz en alza que aporta carácter a su personaje, y Matt Damon, demostrando de nuevo lo buen profesional que es, encadenando en los últimos años una serie de papeles bien diferenciados en los que ha sabido aportar su toque personal (sin ir más lejos, en los primeros meses de 2011 ha estrenado Hereafter, True Grit y la película que hoy nos ocupa).
Otros aspectos cuidados en la película son la ambientación, con la ciudad de Nueva York como escenario aprovechado para las persecuciones en que se ven envueltos los protagonistas; y por supuesto la banda sonora de Thomas Newman, fiel a su estilo, con composiciones en la línea de su trabajo en la magnífica Camino a la Perdición.
A pesar de haber gozado de un éxito moderado en el fin de semana de su estreno frente a otros títulos, The Adjustment Bureau me ha encantado. Entretiene en sus menos de dos horas de metraje, su pareja protagonista aguanta con fuerza mientras que su historia y desarrollo son efectivos para acercar a los espectadores a una serie de interesantes (e inquietantes) conceptos de ciencia ficción.