TÍTULO ORIGINAL The Bay (Isopod)
AÑO 2012
NACIONALIDAD EEUU
DIRECTOR Barry Levinson
GUIÓN Michael Wallach
MÚSICA Marcelo Zarvos
FOTOGRAFÍA Josh Nussbaum
REPARTO Kristen Connolly, Christopher Denham, Andy Stahl, Kether Donohue, Michael Beasley
SINOPSIS Un parasito voraz desata el terror en la bahía de Maryland (EEUU) durante la celebración del 4 de julio.
Falso documental sobre mutaciones de microorganismos producidas por un desastre ecológico, que no aporta nada nuevo y ni siquiera destaca por nada bueno. Lo que se cuenta es interesante, pero no cómo lo cuenta. Evidentemente, crear conciencia sobre el medio ambiente siempre es algo positivo. Disfrazarlo de thriller terrorífico y hacerlo mal es definitivamente negativo.
La mayoría de este tipo de películas muestran lo grabado por una sola cámara, por el contrario, en este caso se hace uso de diferentes fuentes (cámaras de seguridad, móviles, videoconferencias…) pero el montaje final es sumamente torpe y aburrido, sin ningún tipo de ritmo y excesivamente monótono, quedándose todo en una buena idea que se pierde por la falta de un desarrollo adecuado. Además, se nota que algunas de las grabaciones son cámaras de alta definición editadas para parecer que provienen de otra fuente.
Aparte de todo eso, el tono es demasiado explicativo. Existe todo un mundo entre dejar caer las cosas con sutilidad y darlo todo muy masticado. Ninguno de los dos extremos es deseable y aquí la balanza se decanta hacia la segunda opción. Cada vez que se explica alguno de los pequeños misterios presentes en la película, el montaje nos vuelve a mostrar las pistas previas, por si acaso tenemos algún tipo de defecto de atención y/o comprensión.
En definitiva, conspiranoia sobre vertidos químicos e inutilidad burocrática tan interesante en su planteamiento como aburrida en su desarrollo.