El talento singular tiene un precio. A veces es el deterioro físico o mental, otras veces la infelicidad, por no hablar de esas leyendas - como la de Robert Johnson- que hablan de pactos con el diablo. A este grupo de sufrientes elegidos pertenece Brian Wilson, el líder de los Beach Boys, una de las bandas de pop-rock más importantes e influyentes en la historia de la música. En diciembre de 1964, cuando su grupo triunfaba con ese sonido surf desenfadado, tan característico de la banda californiana, Brian decidió retirarse de los escenarios al sufrir su primera crisis nerviosa grave (apenas tenía veintidós años) durante un vuelo, en plena gira por el sudoeste de los Estados Unidos. Sus compañeros decidieron sustituirle durante los compromisos que tenían adquiridos, y él se refugió en el estudio de grabación y en su labor como compositor. Mientras trabajaba en un nuevo proyecto, llegó a sus manos el álbum " Rubber Soul" (1965) de los Beatles, un trabajo que le dejó impresionado hasta el extremo de inspirar uno de los discos más innovadores de la música popular: " Pet Sounds " (1966).
Es difícil etiquetar este álbum dentro de un estilo, ya que tiene elementos jazzísticos, sinfónicos, experimentales y psicodélicos mezclados con un pop barroco, en el que se incluyen complejos arreglos orquestales, instrumentos de rock y otros más exóticos, además de efectos de sonido como timbres de bicicleta, botes y botellas de cocacola, campanas o ladridos de perro. El trabajo de grabación y producción se prolongó durante nueve meses; a pesar de que el estudio disponía de los medios necesarios para grabar en estéreo, Wilson decidió hacerlo en sonido mono, sobre todo por tres razones: en primer lugar, porque era prácticamente sordo de un oído, de manera que apreciaba mejor este tipo de sonido; en segundo lugar, porque así se podría difundir mejor por la radio y la televisión, medios que solían utilizar el mono; y, en tercer lugar, porque la propia complejidad de la grabación, con mucha instrumentación en diferentes capas de sonido, al estilo del "muro de sonido" de Phil Spector, era muy difícil de trasladar al estéreo. Wilson llegó a reconocer la influencia de Spector en su "Pet Sound", cuyas iniciales -y no de manera casual- se corresponden con las del controvertido músico y productor estadounidense.
Brian esperó a que sus compañeros regresaran de sus giras para presentarles las nuevas canciones que había compuesto, junto al escritor de Tony Asher, que fue el encargado de poner las letras a estas melodías. Lo cierto es que se quedaron muy sorprendidos, entre boquiabiertos y decepcionados, porque aquello no se parecía en nada a lo que habían hecho hasta entonces y, además, eran tan complejo que nunca se podría tocar en directo al ser necesaria una orquesta para reproducir aquel sonido. De hecho, en la grabación intervinieron experimentados músicos de sesión, quedando los Beach Boys al cuidado de las armonías vocales.
Hoy es uno de estos días en los que me pongo pesado para que escuchéis el álbum completo ( aquí lo tenéis), pues se trata de una obra única, que sólo se puede apreciar bien en su conjunto. " God Only Knows" es, quizás, el tema más recordado, valorado y versionado del disco; parece que fue la primera canción pop en la que se usó la palabra "Dios" en el título. Brian Wilson dijo en una ocasión que la canción "surgió por inspiración gracias a cierta pieza de Johann Sebastian Bach que había escuchado (...) fue una visión que tanto Tony como yo tuvimos. Es como quedarse ciego pero en esa ceguera poder ver más. Cierras los ojos; eras capaz de ver un lugar o algo que sucede".