Jugoso encuentro hemos tenido con una película de horror terrenal, nada de bichos alienígenas o asesinos sobrenaturales, es la odisea en tiempo real de dos niños enfrentados a un mal muy concreto, palpable y desafortunadamente nada descabellado. Se trata de que nos agarremos al sillón y tengamos un subidón de adrenalina, y esos objetivos se alcanzan con holgura, casi cuesta creer que un par de chiquillos asustados den para tanto. Y como nos ha gustado vamos a obviar los tópicos del género como las reacciones absurdas de los protas o que nunca se remate al malo, esas cosillas que otras veces si que nos molestan
Puntuación @tomgut65: 6/10