"You Think You Know the Story..." No puede haber mejor tagline para promocionar The Cabin in the Woods. Se trata de una "horror movie" que propone un juego al espectador haciéndole creer que va a presenciar la enésima versión del grupo de jóvenes que van a pasar un fin de semana en un lugar inhóspito y misterioso. Pero esta presentación, que incluye algunos de los clichés clásicos del género, solo es una cortina de humo, un señuelo, para lo que empieza a ocurrir a los pocos minutos. Obviamente, ante la propuesta argumental fresca y original que se abre en el film, aquí concluye la parte del artículo que dedico a la explicación de la premisa argumental. Nada puede ser esbozado puesto que el espectador debe llegar virgen al visionado. Esta es la mejor recomendación que puede hacerse a todo aquél que esté interesado.
Esta potente, desgarradora, y grotesca película nació del ingenio de Joss Whedon y Drew Goddard. Tras haber colaborado en algunos proyectos televisivos producidos por el primero, decidieron volver a unirse para escribir un guión que revitalizara el género de horror apartándolo de ciertas perversiones estéticas que, a su juicio, estaban caracterizando a las producciones recientes.
Whedon asumió la producción y el liderazgo logístico dejando las riendas de la dirección a Goddard, quien debuta como realizador tras haber tenido su primer contacto con el cine al escribir el guión de Cloverfield (2008). Ambos creen que la película supone una defensa de las mejores esencias del gore y el terror al mismo tiempo que destierran de su proyecto las malas interpretaciones a cargo de actores casi infantiles, la deriva de tortura cuasi pornográfica, y el abuso de los castigos sádicos presentes en algunos films.
Por tanto, estamos ante una situación curiosa porque el film trata de recuperar un estilo del pasado pero solo en el aspecto más superficial. De ese viaje a los "ancestros" del género, el proyecto regresa totalmente reforzado y listo para golpear al público dejándolo asombrado ante algo que no han visto hasta ahora.
Tampoco pretendo generar una expectación que haga creer que nos encontramos ante una obra maestra. Lo que trato de explicar es que Whedon y Goddard se aprovechan de múltiples referencias de culto para ir nutriendo un repertorio de situaciones terroríficas en el marco de una propuesta argumental nueva. Sin duda, el mayor éxito de Cabin in the Woods es la habilidad para mezclar e incluir ingredientes en un cocktail que acaba tumbando el escepticismo de todos aquellos que, como en mi caso, no somos apasionados del cine fantástico de terror.
Es triste comprobar que una película de esta valía haya dormido el sueño de los justos durante casi tres años. Como ha sucedido en otros casos, debemos este retraso a la quiebra financiera de Metro Goldwyn Mayer a mediados de 2010. El film se había rodado entre los meses de marzo y mayo de 2009 en las proximidades de Vancouver. Su fecha prevista de estreno era febrero de 2010 aunque finalmente se retrasó su llegada a la cartelera al ser destinada para su conversión al 3-D. Durante ese proceso, se produjo la caída de las acciones del estudio y tanto Cabin in the Woods como Red Dawn fueron puestas en venta para que otros estudios se hicieran con sus derechos de propiedad y distribución.
Finalmente, Lionsgate se hizo con los derechos de Cabin en julio de 2011 y reservó su estreno comercial en Estados Unidos para el 13 de abril de 2012. Aclamada por diversos sectores de crítica y público desde entonces, esta escalofriante película llega por fin a Europa cuando son muchos los que han conocido a Joss Whedon gracias al atronador éxito de Los Vengadores. Pues bien, el señor Whedon lleva trabajando en la industria mediática desde hace más de veinte años. Ha creado y producido TV series de enorme éxito y, a diferencia de JJ Abrams, no se ha dedicado a poner su nombre sino que ha controlado siempre el proceso creativo. Su experiencia en el cine no ha sido ni mucho menos tan espectacular pero, tras dirigir un proyecto de la complejidad de The Avengers, nadie puede decir que no esté preparado para cualquier reto. Su habilidad para crear dinámicas de personajes dándoles entidad, aunque tengan pocos minutos en pantalla, es algo que le distingue como un escritor A-list.
Mi amigo Nestor Bentancor cree que su enorme creatividad puede quedar ahogada por su actual responsabilidad como coordinador de la Fase Dos en Marvel Studios. Yo no había reparado en esta reflexión hasta ver Cabin in the Woods. Ahora veo más claro su razonamiento y lo apoyo sin reservas. Quizá su largo compromiso con Marvel nos privará de algunas genialidades aunque estoy seguro de que sabrá encontrar la forma de hacernos llegar sus propuestas más personales. Kevin Feige ha contratado a uno de los mejores creativos de Hollywood sabiendo que Los Vengadores 2 necesitará de todo su talento para volver a impactar.
En cualquier caso, hago una sincera recomendación para que no os perdáis Cabin in the Woods. Aunque, insisto una vez más, hacedlo despojándoos de referencias previas. No escuchéis, no miréis, esquivad spoilers... y dejad que, en la oscuridad de la sala, las sensaciones os inunden y los acontecimientos se desaten. No se puede decir nada más...