“…Amigos:
dentro de unos días me veré rodeado de chicos,
de chicos torpes y listos,
y dóciles y ariscos,
a muchas leguas de este Santander mío,
en un pueblo antiguo,
tranquilo
y frío,
y les hablaré de versos y de hemistiquios,
y del Dante, y de Shakespeare, y de Moratín (hijo),
y de pluscuamperfectos y de participios,
y el uno bostezará y el otro me hará un guiño.
Y otro, seguramente el más listo,
me pondrá un alias definitivo….”
Gerardo Diego
Un alias definitivo, un mote, un apodo, o un remoquete son el signo diferenciador del que se muestra distinto a los demás, del que hace algo fuera de lo común, del que es especial. Para lo bueno o para lo malo el pueblo siempre tuvo claro este concepto y lo aplicó sin el más mínimo pudor.
Mucho se ha hablado y escrito de aquella primera partida de foot-ball (under Association rules, of course) celebrada en Sevilla el 8 de marzo de 1890, pero no tanto, o con la profundidad suficiente, de aquel “espécimen” de futbolista que el pueblo sevillano hizo suyo, por variopinto y especial, hasta el punto de aplicarle su alias definitivo; “Clown Yugles”. Desconocemos quien era el personaje. Sabemos por la prensa onubense la alineación del “team” sevillano;
SEVILLA: Sr. Maccoll (Capitán), Sr. Logan, Sr. Stroulger, Sr. Rickson, Sr. Annodall, Sr. Mondy, Sr. White, Sr. Welton, Sr. Grieg, un sustituto.
Uno de ellos era nuestro “Yugles”
Desde Escocia nos contaban lo siguiente:
“La hierba estaba en muy buenas condiciones a pesar de la lluvia constante, comenzando a las 4:45 ante alrededor de doce docenas de espectadores.”
“Los jugadores presentaban un abigarrado aspecto, con todas las equipaciones en regla, y el ala izquierda nuestra, que nunca había tenido el honor de pertenecer a un club atlético, se presentó con traje de noche, en forma de un fantástico pijama estampado. Fue aclamado con gritos de risa burlona y apodado por los nativos como el “Clown Yugles”. El juego resultó de lo más agradable, con dos partes de treinta y cinco, terminando con victoria para Sevilla por 2 a 0. Ritson hizo el primero, seguido poco después por el “Clown Yugles”, de forma inesperada para todos menos para él mismo. “
“Este es el primer desafío de fútbol conocido en el Sur de España, probablemente de toda España, por lo que fue considerada la ocasión digna para un banquete especial, y a las ocho, treinta cubiertos se dispusieron en el salón del Café Suizo. Después de una suntuosa cena, en parte española y en parte francesa, con ligeros tintes británicos en el menú, el Sr. Edward Johnston, que presidía, con unos comentarios bien escogidos, brindó por nuestra Reina, el Príncipe de Gales, y la Familia Real, así como por la Reina Regente y el joven rey de España, tratando sensiblemente sobre la reciente enfermedad de Alfonso XIII. Es innecesario decir que el brindis fue regado en alcohol con el entusiasmo debido.”
“ El fracaso del “Clown Yugles” en su intento de mantener el equilibrio sobre una silla vacía no estropearía la armonía de la reunión.”
“The Dundee Courier”
En la prensa digitalizada encontramos muchas referencias desde 1840 y hasta más allá de 1892 sobre el mundo circense en España. El público se divertía con escenas cómicas ejecutadas a caballo, “hércules” o forzudos, “volteos chinos” sobre animales, saltimbanquis y el esperado número especial ejecutado siempre por un personaje admirado por los espectadores llamado Clown Jongleur (en francés) o Juggler (en inglés) …o simplemente “el malabarista”.
En el maravilloso blog “Circo Méliès”, cuyos autores son el Sr. Feliú y Javier Jiménez, se nos habla del llamado King of Jugglers (rey de los malabaristas) Cinquevalli, la primera gran estrella del mundo malabarista, nacido en Polonia en 1859. La mayoría de sus trucos eran de su propia invención e incluían manipulación de bolas y palos de billar, sombreros, sombrillas, bolas de acero, maletas, sillas, cualquier objeto que no estuviese clavado al suelo.
Cinquevalli
En España el “Clown Jongleur” aparece asociado a la persona de Auriol. Se trata de Jean-Baptiste Auriol ; payaso , malabarista y acróbata francés, nacido en Toulouse en 1806 y fallecido en 1881. Su imagen encabeza este artículo.
En ese escenario de finales del Siglo XIX puede que nuestro Yugles o Malabarista fuese así apodado por su atuendo, un fantástico pijama estampado, o lo mismo, quien sabe, por su forma de tratar la pelota tan distinta a los demás; como un malabarista, aunque no siempre se pueda mantener el equilibrio sobre una silla y menos con varias, muchas, copas de más.
Así lo reseñó la historia y así lo transmitimos y perpetuamos, con su alias definitivo; Clown Yugles. Como a otros muchos que han dado gloria al sevillismo como Hermino “El hombre de goma” ; o “El niño de oro”; o el “Duende de los Palacios”…