Para hablar de The Communards tenemos que referirnos necesariamente al primer grupo de su cantante Jimmy Somerville; me estoy refiriendo al trio de pop electronico Bronski Beat, trio que completaban los instrumentistas Larry Steinbachek y Steve Bronski. Bronski Beat se caracterizaban por la unión de techno pop, crítica social en sus letras y sobre todo el increíble falsete de su cantante, capaz de una serie de registros agudos que lo hacían inconfundible. También es remarcable que fuera el primer grupo abiertamente gay del panorama pop de los 80; no es que hasta la llegada de ellos no hubiese artistas gays, pero éstos enmascaraban su condición en ambigüedades. Bronski Beat fue el primer grupo cuyos miembros se declaraban homosexuales sin ningún tipo de metáfora, exentos de glamour, dando una imagen de absoluta normalidad y quizás eso jugase a su favor a la hora de ser aceptados por el gran público. Recordemos que la sociedad en esa época era infinitamente más homófoba que en nuestros días.
El primer álbum del trío publicado en 1984 y titulado “The Age Of Consent”, una clara referencia a la edad en que la homosexualidad era legal en diferentes países, fue un enorme éxito gracias a singles como “Smalltown boy” y “Why?” que demostraban el gran potencial de la voz de Somerville arropada por efectivas melodías de sintetizador que dejaban claro la influencia de la música disco. De hecho el álbum incluía una versión de “I feel love” de Donna Summer que lanzaron como single ya en 1985 acompañados por Marc Almond y cosechando otro gran éxito.
Sin embargo, el éxito masivo e inmediato del grupo no sería muy bien asumido por Somerville que sentía cierto aburguesamiento por parte de sus compañeros, mientras él buscaba un enfoque más político y comprometido en su música. Finalmente Somerville toma la decisión de abandonar el grupo para poco después crear junto a Richard Coles el dúo The Communards.
Bronski Beat intentarían iniciar una nueva etapa fichando al cantante John Foster, pero el proyecto no terminaría de funcionar y todos los focos se pusieron en el nuevo grupo de Jimmy Somerville. La nueva apuesta de Somerville junto al pianista y saxofonista Richard Coles era arriesgada ya que se diferenciaría claramente de Bronski Beat al adoptar un sonido mucho más orgánico que combinaba de forma original el pop con influencias disco tan propio de Somerville con un enfoque más clásico cortesía de Coles.
Richard Coles no tenía experiencia en cuanto a música pop y se había dedicado a poner su buen hacer musical al servicio de algunas obras de teatro. El encuentro con Jimmy Somerville sería participando en el documental del año 1983 “Framed Youth: The Revenge Of The Teenage Perverts” donde jóvenes gays entrevistaban a heterosexuales acerca de su opinión sobre la homosexualidad y que sería el germen de Bronski Beat.
A partir de ahí se empieza a forjar una amistad que llevaría a Coles a colaborar esporádicamente con Bronski Beat como saxofonista en alguna presentación del trio en directo. El cambio de Bronski Beat a The Communards supondría para Somerville un paso más en cuanto a profundizar en el activismo político de izquierdas y los derechos del colectivo homosexual. De hecho el nombre “Communards” tiene un origen muy político ya que es el nombre de un movimiento de izquierda radical que participaría en el levantamiento de la famosa Comuna de Paris en 1871.
El grupo comenzó de forma modesta en 1985 con el single “You are my world” que conseguiría entrar tímidamente en las listas británicas. Sin embargo en 1986 el fenómeno Communards estalla con su álbum de debut que sería todo un éxito a nivel internacional gracias a temas como “Dissenchanted”, “So cold the night” y sobre todo la versión de Thelma Houston “Don’t leave me this way” a dúo con la cantante Sarah Jane Morris que les dio un número uno en toda Europa. A esto hay que añadirle una más que exitosa gira de presentación de este álbum debut con diez músicos sobre el escenario incluyendo un cuarteto de cuerda.
El reto del segundo álbum se antojaba difícil teniendo en cuenta el precedente pero The Communards ya tenían una serie de canciones nuevas que habían probado en directo y que anticiparían lo que finalmente fue el álbum “Red” publicado en 1987 y el cual pasamos a analizar.
ANÁLISIS DEL DISCO.1. “Tomorrow”: El álbum comienza con lo que sería el perfecto ejemplo del sonido Communards. Bajo una bonita melodía de teclados y una base bailable, un grupo de cuerda va introduciendo elementos clásicos consiguiendo finalmente uno de los temas más enérgicos del álbum, a lo cual ayuda el tono de reproche de la voz de Jimmy Somerville, ideal para una letra en la que el cantante parece enfrentarse a una especie de persona toxica que solo transmite negatividad. “Tomorrow” sería el single de adelanto del álbum y marcaría el camino para asegurar el éxito de “Red”. Contaría con un videoclip bastante simple donde podemos ver a Somerville y Coles interpretando la canción con algunas imágenes superpuestas.
2. “There’s more to love than boy meets girl”: Ya por su largo título se puede intuir que se trata de una clara reivindicación gay y así es, enfatizando el hecho de que el amor es independiente de los sexos. La canción se abre con un sonido de teclados muy melódico y un tanto cursi tras el cual nos encontramos un tema pop muy bien construido con gran protagonismo del bajo y la percusión electrónica. Somerville suena a ratos reivindicativo y en otros momentos más dulce, sobre todo en el estribillo. Este tema sería el cuarto y último single del álbum, también el último éxito del grupo. Contaría con un absurdo video en el que Somerville y Coles se hacen acompañar por la vocalista Caroline Buckley y la percusionista June Milies Kingston, que formaban parte de la banda en directo. El video es un despliegue de monerías y chorradas (ese Richard Coles agarrando el micrófono) bastante divertidas que para nada hacían pensar que el fin del grupo estaba tan cerca.
3. “Matter of opinion”: La canción se abre con unos sugerentes violines, que son la perfecta introducción para uno de los temas más orgánicos del álbum. Tiene un cierto regusto soul y bastante influencia de los grupos pop de chicas de los años 60 como The Supremes o The Sangri Las. El piano de Coles marca el tono en lo que es una canción que describe una ruptura sentimental pero desde un punto de vista positivo, de superación y búsqueda de un futuro mejor. El tema posee un excelente puente donde el violín es el completo protagonista dibujando una bonita melodía. También hay que destacar los metales que le dan a la canción un toque Motown.
4. “Victims”: Estamos ante el tema más electrónico del álbum, es posible que recuerde bastante a Bronski Beat, pues podría formar parte perfectamente del repertorio del trío. Somerville y Coles construyen un tema con una base bastante simple y clara vocación dance a través de la historia de Billy, un personaje, ficticio o no, que debe enfrentarse al rechazo de un entorno hostil, pero pronto se da cuenta que no está solo y que si bien muchos lo habían abandonado, otros pocos se convierten en sus aliados, creando finalmente un mensaje positivo, una visión esperanzadora que es una constante en casi todo el álbum.
5. “For a friend”: Vamos con el primer tema lento del disco, una balada en toda regla donde Coles se luce al piano. “For a friend” está dedicada a Mark Ashton, amigo de Jimmy y Richard, activista gay y miembro del partido comunista, muerto a causa del sida que en esa época hacía verdaderos estragos. Es un tema profundo, apasionado, muy emocional, con un Jimmy Somerville haciendo su mejor interpretación vocal, sentida y sincera. A pesar de no ser una canción muy comercial y aun habiendo mejores opciones, fue elegida como tercer sencillo del álbum y hasta contaría con un video clip que alternaba la interpretación de la canción con imágenes de Londres.
7. “Lovers and Friends”: Segunda balada del disco, escrita en su totalidad por Richard Coles donde su piano lleva todo el peso acompañado por un grupo de cuerda que añade aún más ternura a una canción realmente triste sobre la pérdida de un ser querido y esos recuerdos que se suelen rememorar para acordarse de esas personas. Una canción delicada y sublime.
8. “Hold on tight”: Y después de una canción triste, nos encontramos con toda una medicina para subir los ánimos y no se trata de ningún número de música disco sino más bien de un medio tiempo donde una leve melodía de sintetizador es enriquecida por el magnífico trabajo del cuarteto de cuerda que acompaña al grupo creando una combinación original y fluida. La letra habla de superación de las dificultades y de cómo los problemas pueden ser un revulsivo para ser más fuerte y perder el miedo.
9. “If I could tell you”: Estamos ante el tema más oscuro del álbum. Jimmy Somerville pone música a un poema de W.H. Auden de 1940 que es perfecto por su melancolía para crear un ambiente algo lúgubre acentuado por esa campana que no para en toda la canción y que bien podrían llamar a un entierro. La sutil y bella melodía y un muy logrado bajo electrónico complementan el tema y enfatizan de forma austera la tristeza presente en esta canción.
10. “C. Minor”: El álbum llega a su fin con una balada donde el desamor es el tema principal con un Jimmy que se siente traicionado, pero que tiene la fuerza suficiente para superar el trance y aceptarlo. Es claramente el tema principal en este álbum “Red”: la superación de los momentos difíciles. The Communards acaban el álbum con un tema que musicalmente resume muy bien esa parte más orgánica del grupo, donde Coles lleva la rienda de la melodía con su piano y se hace acompañar por incisivos violines que crean un sonido delicado, detallista y mágico.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.“Red” fue un álbum que dejó claro que lo acontecido con su primer álbum no había sido ninguna casualidad y que la combinación inusual de las dos personalidades musicales de Jimmy y Richard funcionaba a la perfección. Se le puede reprochar al disco un sonido un tanto naif en algunas partes del mismo y el hecho de tirar un poco de fórmula. Una fórmula que se consolida totalmente con este álbum. Con todo es indudable la calidad del conjunto de canciones que configuran “Red”.
A nivel comercial “Red” mantuvo el éxito obtenido con el primer álbum del dúo y confirmó a The Communards como uno de los grandes grupos de los 80, capaces de competir con los Pet Shop Boys o Depeche Mode en ventas y en ocasiones superarlos pero les duró poco, algo completamente inesperado y surrealista iba a suceder: Richard Coles iba a sentir la llamada.
Así fue, harto de los excesos de la vida de pop star, Richard abraza el cristianismo hasta el punto de hacer los estudios correspondientes para ser sacerdote y finalmente convertirse en el Reverendo Richard Coles, uno de los personajes más mediáticos del Reino Unido: escritor, periodista, presentador de programas de radio y televisión, participante en reality shows tipo “Master Chef” o “Mira Quién Baila”. No hay más que pasarse por la página web del Reverendo para darse cuenta de su nivel de popularidad.
En cuanto a Jimmy Somerville en solitario ni de lejos conseguiría acercarse a la fama del Reverendo Coles. Cierto es que Jimmy ya en solitario se dedicó más que nunca al activismo político, teniendo una carrera discográfica bastante intermitente. Aun así conseguiría algunos éxitos sobre todo gracias a versiones como “You make me feel mighty real” de Sylvester o “To love somebody” de los Bee Gees. Su último trabajo es el álbum “Hommage” que data de 2015 y es todo un tributo a la música disco de los 70. The Communards fueron un grupo efímero que sin duda dejaron su huella en los 80, nos quedan sus canciones y álbumes como su debut homónimo y este “Red” que son ideales para revisitar a esta banda.
Texto: Alfredo Morales.