La película supone un remake de la original de George A. Romero de 1973, que él mismo produjo. La dirección en esta ocasión corría a cargo de Breck Eisner, quien hizo realmente un buen trabajo.
En 1973 se estrenó la película de George A. Romero, The Crazies, escrita por él mismo, que en taquilla supuso un fracaso, pero como otras obras del director acabó convirtiéndose en una película clásica del género.
En 2010 llegó el remake que se basaba en la misma idea, una toxina que enloquece a los habitantes de un pequeño pueblo convirtiéndolos en asesinos sangrientos. Todo comienza con lo que parece un caso aislado, un vecino del pueblo que aparece en mitad de un partido de baseball arma en mano y con ojos enloquecidos, el sheriff se ve obligado a actuar y matarlo, lo que conlleva la crítica de sus convecinos que no creen que hubiera ocurrido nada, pero pronto comienzan a ocurrir otros extraños y violentos sucesos...
No quiero rebelar nada más sobre la película, porque creo que lo interesante es verla. Es una película tensa, que te hace dudar en todo momento sobre quién sigue cuerdo y quién se está convirtiendo por momentos en un psicópata. No supone ninguna diferencia con películas predecesoras pero es una cinta bien hecha y eficaz, que explora todo tipo de miedos y la fortaleza de sus personajes para sobrevivir. Para mi supuso una grata sorpresa.