Se estrenó en 2009 y no tengo muy claro si en algún momento llegó a España, pero si no, todos los locos por la autora deberíais verla.
Se trata de un thriller psicológico en el que la tensión está sabiamente mantenida durante sus 100 minutos. Y como pasa con todo el material de Highsmith, nadie es puro y, por supuesto, no hay de quien fiarse.
Todo empieza con un hombre a punto de divorciarse que llega a un pequeño pueblo y empieza a espiar a una dulce chica que vive sola en una gran casa a las afueras. De ahí a que se dé la vuelta la tortilla, sólo es cuestión de metraje. Los actores juegan un papel fundamental en esta historia de obsesiones en la que la angustia se puede tocar con la punta de los dedos. Y salen airosos, la verdad.
Así que, amantes de la Highsnith, ya estáis tardando en ver esta adaptación que sigue fielmente el doble filo de la navaja a la que tan proclive era la autora.