Todavía faltan unos meses para el estreno de The Dark Knight Rises (verano 2012), pero yo ya he entrado en un estado de elevada ansiedad. La tercera entrega de la saga sobre Batman, dirigida por Christopher Nolan con Christian Bale en el papel del enmascarado superhéroe, promete ser un desenlace más que digno y a la altura de lo que llevamos de saga. Batman Begins (2005) supuso la toma de contacto con el punto de vista de Nolan sobre el personaje, asentando las bases del espectáculo del que fuimos testigos con The Dark Knight (2008), una pequeña obra maestra contemporánea en lo que a cine de acción y de superhéroes se refiere, además de suponer para mí una de las películas con las que más he disfrutado en una sala de cine. Fuimos testigos de cómo el tristemente desaparecido Heath Ledger construía con una soberbia y magistral interpretación uno de los mejores villanos de la Historia del Cine: el Joker, "su" Joker. Y ahora, en el verano de 2012, llega el desenlace de la saga. El punto y final de la visión de Nolan sobre Batman. Y con él llega Bane (Tom Hardy), uno de los villanos históricos de Batman que, en su día, puso al Hombre Murciélago al borde del abismo. Sea como sea, y haga lo que haga Nolan, no me cabe duda de que será algo de la más excelsa calidad y un cierre dramático a la altura de lo que se viene gestando desde el inicio de la trilogía allá por el año 2005. De momento, sólo tenemos un par de pósters y un trailer en el que todo apunta a que Batman las va a pasar canutas con Bane, pero eso es suficiente para que yo entre en modo "Dark Knight On" y cuente las semanas que quedan hasta su estreno...
In Nolan We Trust!!