Después de haber sido declarada una persona no tan querida en Gotham, nuestro amigo Batman vive un poco alejado del mundanal ruido hasta que aparece en escena Bane, un supervillano ciclao y con asma que quiere desmoronar los cimientos de la ciudad y su orden político establecido. Mientras tanto, la figura de Catwoman hace aparición tomando prestados varios bienes de la ciudad, incluidos los de Bruce Wayne. Con todo ello, Batman no tiene tiempo ni para echarse un online al StarCraft II.
La crítica
Empecemos por Bane. Un villano que mola. En los cómics no era más que una masa de músculos que amaba su osito de peluche. Pero aquí Christopher Nolan nos lo retrata como un perverso y astuto cerebro criminal. Bien, me gusta el cambio tal y como lo exponen. Infla a toñas a Batman y lo encierra en un pozo perdido en un sitio que no sale ni en Google Maps mientras le dice que hará temblar Gotham mientras él sigue con vida para que pueda verlo; y hace lo mismo con toda la policía de la ciudad, sepultándola bajo tierra. Levanta a los criminales contra el poder y pone una bomba que tardará en explotar tres meses -literalmente-. Bane, ¿de verdad eres el mayor cerebro criminal y en tres meses no has sacado quince minutos para cargarte a los policías, si ves que las cosas se ponen feas, para quitarte un cabo suelto ya que los tienes a huevo? Muchos dirán aquí "¡A ver, que los quería vivos para que sufrieran!". De acuerdo, acepto barco como animal acuático, pero veamos las consecuencias de ésto y como así la trama se empieza a volver loca.
Batman ha llegado y está dentro, no sabemos cómo pero está dentro, y justo cuando quedan un par de horas para que explote la bomba, mira qué suerte. Y entonces es cuando ésto le da valor al pueblo para enfrentarse a los criminales que han tomado la ciudad. Todos salen a la calle, vestidos con sus uniformes de gala y con palos y tuberías para enfrentarse a una horda de criminales armados con fusiles y subfusiles. Se encuentran unos frente a otros y empieza... ¡una carga! ¡Los presos cargan a cuerpo a cuerpo, portando fusiles y subfusiles! ¡Y nadie dispara! ¿De verdad no quedaba ni un cargador; de verdad? Pero el pueblo es valiente, porque no hay AK47 que pueda hacerle frente a una pata de una silla.
Pero oye, que hay una bomba nuclear del tamaño del aeropuerto de Castellón que va a explotar en media hora, así que vamos a por ella. Es inestable y es mejor no toserle cerca, así que desactivémosla. Lamentablemente la bomba es capturada y llevada fuera del lugar donde estaba localizada por obra de Marion Cotillard, que la lleva en la parte de atrás de un enorme camión. Pero aunque la bomba es inestable y peligrosa, es mejor que conduzcamos el camión a una velocidad donde los Ceda el Paso se asusten al vernos pasar. Y si pegamos saltos de puente en puente, mejor. Finalmente el camión es detenido, la bomba no ha estallado por obra y milagro de San Francisco de Paula, y Marion Cotillard nos regala una de las peores muertes de la historia del cine arracándonos una risotada en plena sala. Esto es así.
¡Y corre que la bomba explota y se monta aquí un Chernóbil! Batman engancha la bomba con su avioncito y se la lleva lejos, al océano, cuando quedan escasos segundos para que estalle. Todos ven como se aleja Batman, cuando prácticamente es sólo ya un puntito en medio del cielo, rodeado de agua. Batman sigue con la bomba enganchada y quedan menos de cinco segundos para que explote. Finalmente estalla en el aire y la explosión se ve desde Salamanca. Una explosión atómica, producida y dirigida en todas las direcciones, y contaminando e irradiando tanto parte de las nubes como el agua que se encontraba bajo ella. ¡Y nuestro amigo Batman sobrevive! A falta de cinco segundos aún estaba enganchado a la bomba, su explosión va en todas las direcciones, ilumina y abarca todo el cielo, pero él y su avioncito al parecer quedaron intactos y lejos tanto de la explosión como de la radiacción.
Ya sólo nos queda tomarnos una caña y unas tapitas con Catwoman, porque felizmente todo ha acabado. Y mientras tanto me quedo con cara de no saber exactamente a que espectáculo de guión churrero y con incoherencias estoy presenciando. Y lo que empezaba bien se va volviendo loco en su desarrollo para terminar con un acopio de sinsentidos que, con todo el artificio y la puesta en escena hace que no se vea más allá de la brillantina. Pero no pasa nada, el personaje de Batman está rescatado y listo para ser resucitado.
Información de más
- Siempre gusta ver detalles y guiños de los cómics en las películas. El más llamativo fue el movimiento de lucha libre que le hace Bane a Batman, de rodilla contra columna. Eso en los comics le costó a Batman un tiempo con la columna rota y en silla de ruedas. Aquí le hace mucha pupa, pero no tanta.
- Christian Bale le dijo a Christopher Nolan que si salía Robin, él no hacía la película. Y se lo dijo hasta serio. Por ello se elaboró el personaje de Robin sin que se supiera que era él hasta el final de la película. Cuando Bale leyó el guión le hizo gracia que se la hubiera metido doblá así; y aceptó.
- En un momento de la película, Catwoman aparece teniendo una compañera de piso, que vemos como una rubia de pelo churretoso interpretada por Juno Temple. Ese personaje iba a ser elaborado en un principio como Harley Quinn. Finalmente se pensó que con los malos que ya había en la película era bastante.
- El tema principal de la BSO de la película, compuesta por Hans Zimmer, contaba con gritos reales de gente anónima. Desde una web oficial, se lanzó la propuesta de que cualquiera enviara audios gritando para la Banda Sonora, así que si alguno de vosotros mandó un audio, es posible que sonéis en el tema principal de la película.
5, y raspando. Pero no creo que se merezca un suspenso a pesar de todo lo anteriormente expuesto, y menos si la contamos dentro de una de las mejores trilogías de los últimos años; más con esa joya que es la segunda parte.