[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Como un magnífico déjà vu nos llega Serendipic Breakfast, un delicioso y seminal elepé Sixties/R&B. No cuesta nada imaginarse a The Dealers haciendo de las suyas en el Swinging London. Conforme avanza la aguja sobre los surcos los vitorianos dejan muy claro que no se andan por las ramas: Lo que les corre por la venas es puro The Beatles/Kinks/Zombies. Para los que se creen los reinventores de la rueda he aquí una lección de disfrute, desenfado y flequillo. Desde el primer al último corte apenas queda hueco para recobrar el aliento. Nowhere To Go y Serendipia brillan con esas armónicas que parecen sopladas por Keith Relf y las válvulas hirviendo a tope. Requiem For Milko (inmensa copla/western), I Won’t Regret, Down The Valley y Cat Of New Race te dejan sin poder evitar hacer air guitar y sentir la alegría del que no espera nada y vive la euforia pasional que solo puede generar 3 minutos de buen pop clásico.Serendipic Breakfast es un disco que no nos pertenece, que brilla en la alturas de aquellos clásicos instantáneos que se compraban en tiendas que lucían como el último Shangri-La. The Dealers han enlatado un disco que es un vicio justificado desde la primera escucha.