La película nos narra 24 horas de la vida de esta mujer,desde su intento de suicidio hasta que, abandonada por su amante, decide iniciar una nueva andadura en su vida, en una narración circular que comienza con un simbólico cierre de cortinas que precede al intento de suicidio, con un acompañamiento musical del "Concierto para violín" de Samuel Barber que resulta excesivo. El final de la película nos mostrará a Hester abriendo esas mismas cortinas para permitir la entrada de la luz en la habitación (y en su vida).
Parece que el título procede de un dicho inglés equivalente a nuestro "estar entre la espada y la pared", que en su caso es estar "entre el diablo y el mar azul" y así podría entenderse la situación de Hester, interpretada por Rachel Weisz, buena y atractiva actriz a la que hemos visto en películas tan diferentes entre sí como "Ágora", "La momia", "El jardinero fiel" o "El legado de Bourne".
Aunque la historia es muy diferente, recuerda aquella excelente película en blanco y negro , "Breve encuentro", donde David Lean nos contaba la historia de amor imposible entre Celia Johnson y Trevor Howard con el fondo musical del 2º concierto de piano de Rachmaninoff. Aunque la resolución de la que comento sea mucho menos conservadora.
Que la disfrutéis este fin de semana!