The Deep (Djúpið), Islandia 2012

Publicado el 06 noviembre 2013 por Cineinvisible @cineinvisib

Una historia escuchada, hace mucho tiempo, que jamás olvidaré: en un navío en plena mar uno de los tripulantes se queda encerrado en la cámara frigorífica. Todos los mecanismos de seguridad fallan. Uno tras otro. El pomo se ha atascado desde le interior. El azar no estaba de su parte ese día. La alarma no funciona. Mala suerte. Todos están durmiendo porque había ido a buscar algo para picar a medianoche. Nadie le oye. Le quedan sólo unas horas antes de morir congelado. Un Gravity marítimo. Sin final feliz.A la mañana siguiente un miembro de la tripulación encuentra su cuerpo con todos los síntomas de una muerte por congelación. Lo alucinante del caso es que la cámara frigorífica estaba desconectada y, aunque conservaba un cierto frescor, la temperatura interior era ligeramente inferior a la externa. Ese marinero había sido asesinado por su propia mente, convencido de su inminente congelación.No sé si esta historia pertenece a una leyenda humana o realmente ocurrió en la realidad. Baltasar Kormákur, el director surgido del frío, que alterna dignos blockbusters en América, como 2 Guns (2013), y un cine más íntimo y de autor en su país, ha decidido adaptar a la pantalla una historia basada en unos hechos tan alucinantes como los del relato inicial.En pleno invierno de 1984 un barco pesquero naufraga frente a las costas islandesas. En unos minutos toda la tripulación muere en las gélidas aguas, excepto uno de los tripulantes. El afortunado resiste 6 horas nadando, incluso, tiene la fuerza de regresar a pie a su casa, sobre una capa de nieve de varios centímetros. Una proeza que le convierte de la noche a la mañana en un héroe nacional.El director, acostumbrado a la acción, filma la narración con tanta energía y eficacia que, juró por Hitchcook, llegué a pasar frío en el cine. Además el rodaje se localizó en realizó en verdaderos exteriores. Nada de estudios ni efectos especiales y, sinceramente, se nota la fuerza de las olas, se siente el vértigo del hundimiento del barco y saboreas hasta la sal del agua. Increíble.Visto el realismo, unas interpretaciones espectaculares y la proeza de rodar en estas circunstancias, no sería de extrañar que esta película encontrase un hueco entre las nominaciones a los premios de cine europeo de este año. Tan fascinante es esta primera parte de la película como su continuación  cuando el protagonista se transforma en un héroe sin querer, pero también en un cobaya de laboratorio. Una muestra perfecta que confirma que el mejor cine de autor no está reñido con el gran espectáculo.