The Delta Saints - "Bones"

Por Tylerose

Ajenos al inmovilismo y al estancamiento estilístico, The Delta Saints dan una nueva vuelta de tuerca a su carrera dentro de la metamorfosis iniciada en la gira de presentación de su anterior entrega, ‘Death Letter Jubilee’. Se podría decir que lo del quinteto de Nashville sigue siendo el blues, pero con la ayuda de Eddie Spears -tipo curtido en Third Man, la escudería de Jack White III-, productor, ingeniero y mezclador de la criatura, The Delta Saints han retorcido (la propia portada del disco parece avisar de ello), travestido y deconstruido su blues. Salvando las distancias, que son grandes pues voy a citar a una piedra angular de los noventa, el combo capitaneado por Ben Ringel ha grabado su particular ‘Soup’. Como la obra maestra de Blind Melon, ‘Bones’ es un delicioso viaje a las tinieblas sureñas, un fantástico collage sonoro, rico en matices, que tanto recoge el legado de los pioneros del Delta, como la herencia de los protegidos de Axl Rose anteriormente citados o de los Led Zeppelin post-‘IV’ y, cómo no, ciertos aires de las entregas en solitario del jefe de Spears. Probablemente, ‘Bones’ no guste a los más puristas, a los talibanes de la materia, a los amantes del sudor y, en definitiva, a aquellos que vieron en sus primeros pasos discográficos y los correspondientes tours iniciáticos a la gran esperanza blanca del género. Personalmente, el segundo larga duración de la banda ha tenido un efecto diametralmente opuesto en un servidor: he renovado con brío mis votos y devoro con deleite este rico gumbo musical cocinado a fuego lento. Sírvete una buena copa, acomódate, pulsa play en el mando a distancia y cierra los ojos. Tan solo bastará con la tripleta inicial, con el desgarro de “Sometimes I Worry”, la sobrenaturalidad de “Bones” y la gresca de “Heavy Hammer”, para saber si este disco es para ti. Cuento los minutos hasta que su enésima gira española se inicie a primeros de este noviembre.