The Drums se han dado bastante prisa en sacar su segundo trabajo, ya que apenas ha pasado un año desde su exitoso debut, y ya tenemos por aquí estePortamento. Y es que hay que aprovechar ahora que todavía está la olla caliente, y la mayoría de la gente no ha descubierto que son un hype más con unas cuantas buenas canciones. Los neoyorquinos han tirado del mítico cliché del cambio radical en el segundo disco, eso es lo que dicen ellos en las entrevistas, porque salvo que es bastante más coñazo, y tiran un poco más de electrónica, no se aprecia demasiado ese cambio. Yo mismo lo pude comprobar en el concierto que dieron ayer en Madrid, que fue bastante soso; aburrido y tan solo convencieron con los temas de su primer álbum – Sobre todo con Forever And Ever Amen, su mejor canción de largo – . Además, para seguir con el cliché de grupo que reniega de su mayor éxito, no tocaron Let’s Go Surfing.
Portamento tiene buenas intenciones, ya que estoy con ellos en que sería absurdo volver a hacer un disco en el que los temas más recurrentes sean el surf y el verano. Los ex vecinos de Brooklyn (se han mudado al East Village), han confundido madurez con el aburrimiento, y nos entregan un trabajo que se hace bastante pesado. Como ya decía antes, tampoco es que hayan cambiado demasiado, siguen pasándose tres pueblos con el delay, y tiran bastante de eso rollo melancólico que tenían varios temas de su primer trabajo, sobre todo en la primera parte, que es donde más aciertan. Temas como What You Where, Money o I Don’t Know How To Love, no están nada mal y no tienen nada que envidiar a sus hits, el problema viene cuando se intentan poner serios. Y es que sinceramente, creo el cambio tan solo funciona I Need A Doctor y en la Kraftwerina Searching For Heaven, el resto no me parece nada destacable, y lo que es peor, me aburre.