El semanario The Economist, uno de los referentes globales en lengua inglesa por el rigor de su información sobre economía y relaciones internacionales se ocupa en uno de sus artículos recientes de la Masonería.
" Puede parecer incomprensible porque no contiene ideología o doctrina coherente y se define en su lugar por un compromiso con la fraternidad universal y la mejora personal. Tampoco existe un solo cuerpo de gobierno. Está formada por una red de grupos dispersos, conocidos como logias, que se encuentran bajo grandes logias regionales y nacionales. Entonces, ¿de qué se trata la Masonería?" se pregunta The Economist.
El semanario explica que " la rápida expansión de la Masonería en el siglo XVIII -primero en Inglaterra y luego en el extranjero- formó parte de la gran expansión de la membresía de los clubes a medida que las ciudades crecían. Las Logias masónicas se parecían a otros clubes en algunos aspectos: los miembros se reunían para escuchar una ponencia y cenaban juntos. Pero la Masonería fue excepcional. Sus rituales eran más secretos y elaborados que los de otros clubes. También fue secular, no partidista e igualitaria", explica.
"Los ideales ilustrados del cosmopolitismo, el progreso y la perfectibilidad animaron la literatura masónica primitiva. Se creía que el conocimiento podría moderar las divisiones de clase y nacionalidad al tiempo que garantizaba la solidaridad universal".
La publicación añade que " las logias se convirtieron en escuelas de gobierno y laboratorios para la participación cívica " pero que hoy la membresía en Estados Unidos ha caído de los 4,1 millones de 1959 a 1,1, reflejo de una tendencia sociológica más amplia que impulsa a la caída en la participación en asociaciones.
Fuente: El oriente