A mí al principio no me convencieron sus canciones. El Just dance o el Pokerface no me dijeron nada. Pero todo cambió con Bad romance, ahí fue cuando la descubrí, me compré el disco en uno de esos chollos que tanto me gustan de El corte inglés, y descubrí un buen puñado de temazos bailables, frescos e imborrables. La descubrí tarde, pero la escuché con ganas durante meses. No es mi estilo de música. No me siento identificado. Pero para bailar y pasar un buen rato, es una gran opción.
Por todo ello, esperaba con gran curiosidad su nuevo disco. ¿Sería capaz de reinvertarse? ¿Seguiría sorprendiendo? Pues las dos cosas, a medias. A mí me ha pasado un poco como con el primer disco: El single, Born this way, fue una decepción. Judas, más de lo mismo. De este modo, el interés por escucharlo al completo decreció bastante. Hasta que llego la Gaga y nos puso a todos al borde la gloria. Literalmente.
Y es que The edge of glory es un temazo. Para mí la mejor canción del disco sin dudarlo. Aunque es cierto que hay otro buen puñado de hits, pero ya sólo por esta canción merece la pena. Parece que The edge of glory está siendo la revelación del disco, sin tener un vídeo que la apoye en las listas de ventas y sin haberse hecho casi promoción. Pero hay canciones que no la necesitan. La Gaga parece que se ha dado cuenta, y ya promete que será el siguiente single. Y yo ahora me pregunto, ¿ya nos ha dado Lady Gaga todo lo que nos tenía que dar? ¿Born this way lo ha confirmado? ¿Es una estrella en declive, o aún está al borde de la gloria?