Esta nueva agrupación, a la que bautizó como “The Electric Flag”, es co-liderada desde el primer momento por el excelente músico y compositor Barry Goldberg, siempre acompañado por los históricos Nick Gravenites, Harvey Brooks y un jovencísimo Buddy Miles. Establecían así, los cimientos de una apoteósica banda, apoyada por una espectacular sección de vientos. En 1967, se trasladan a San Francisco para grabar la B.S.O. de “The Trip”, toda una película de culto dirigida por Roger Corman (el rey de los films de serie B), protagonizada por Peter Fonda y escrita por Jack Nicholson. Sin duda, un clásico de los años 60, en dónde se pone de manifiesto el consumo de LSD.
Compuesta casi en su totalidad por Bloomfield, su música no pasó desapercibida y son invitados a actuar en el Monterey Pop Festival de 1967, dejando para la historia una estelar actuación.
Producido por John Court y grabado en los estudios de la Columbia Records, el elepé contó con Michael Bloomfied, Harvey Brooks y Sicuva (guitarras), Barry Goldberg, Herbie Ritch y Mike Fontara (teclados), Harvey Brooks (bajo) y Buddy Miles (batería). La sección de vientos estuvo compuesta por Peter Strazza y Herbie Rich (saxos tenores, saxo barítono) y Marcus Doubleday (trompeta). Destacaremos que, como este disco fue uno de los pioneros en grabarse con sampler (un instrumento que sirve para mezclar diferentes grabaciones), a la percusión contribuyen la mayoría de los músicos mencionados anteriormente.
Cabe también citar al cantautor Richie Havens tocando el sitar, Paul Beaver (sintetizador Moog) y un equipo de cuerdas: Bob Notkoff, Julius Held, Leo Daruczeck, Geroge Brown y Charles McCracken.
Continúan con los clásicos “Groovin´Is Easy” y “She Should Have Just”, y otros temas en medio en los que Buddy Miles coge el mando a las voces, con un aire más soul como en “Over-Lovin´You”. El disco también posee cortes tradicionales como el vigoroso rock and roll de “Wine”, y el auténtico sabor a blues de “Texas”, con un finísimo Mike, otra vez magnífico con su inseparable Gibson.
Desafortunadamente, The Electric Flag, como otras tantas formaciones de la época, no tuvo apenas continuidad. En 1968 Bloomfield se marchó para embarcarse en otros proyectos, y aunque siguieron funcionando durante un breve período de tiempo, anunciaron su disolución definitiva en 1969. Cada uno, escogió su propio camino, pero no se fueron sin antes obsequiarnos con este antológico elepé, clásico entre clásicos en medio de unos años turbulentos, de cambios, de conmoción social, de drogas y de rock. Pero sobre todo de buena, muy buena música.