Traducción & Síntesis : Blogracho Autor: William Strunk jr, 1918 Versión: Editorial Dino Audino, 2011 (Italiano)
En este capítulo William Strunk jr habla de la puntuación y de sus reglas. Su intento es el de codificar un territorio anárquico del cual se ha escrito poco y a menudo bien[1], pero siempre con la premisa declarada que: aunque existan convenciones y reglas más o menos rígidas, la puntuación es una cuestión de sensibilidad y de gusto. Con esto no se quiere decir que es posible violar de forma gratuita y sin conocimiento este fundamental instrumento lingüístico, o tomarlo a la ligera o darle un uso puramente ornamental. La puntuación es una cosa seria, una "herramienta" polivalente que además de segmentar de manera rítmica y sintáctica un texto, contribuye a producir sentido.
Pero si la puntuación es importante, no lo es de menos su ausencia, que es también una forma de puntuación. La ausencia de signos de puntuación en un texto puede ser el resultado de una elección deliberada del escritor, el cual obliga así al lector a leer las frases de un tirón y sin pausas: una decisión eficaz si se quiere sugerir la idea de caos, velocidad, frenesí o afán.
- EN PRESENCIA DE TRES O MÁS TÉRMINOS SUCESIVOS, DE LOS CUALES EL ÚLTIMO ES INTRODUCIDO POR UNA CONJUNCIÓN, PONER UNA COMA DESPUÉS DE CADA TÉRMINO EXCEPTO EL PENÚLTIMO
Por lo tanto escribir,
Amarillo, azul y rojo
Oro, plata y cobre
Abrió la carta, la leyó y tomó nota del contenido[2].
NOTAS:
[1] Un útil y precioso texto sobre la puntuación es el volumen doble, de la Scuola Holden: AA. VV., Punteggiatura. I Segni, y Francesca Serafini, Punteggiatura. Storia, regole, eccezioni, Milano, Rizzoli, 2001.
[2] En efecto la gramática prescribe que entre el penúltimo y el último término de una lista, cuando entre los dos hay una y, no se ponga la coma. Sin embargo, es la misma gramática a admitir la excepción a esta regla, ya sea cuando la ausencia de la coma podría crear ambigüedad, como cuando se quiere dar énfasis o poner en evidencia justo el último término de la lista. Además, desde el punto de vista del sonido, la coma antes de la y produce una disminución del tono con que se pronuncia el último elemento, casi como si se tratara de un "aparte".
Hagamos un ejemplo de como la ausencia de la coma puede provocar una ambigüedad. Tomemos la frase: "Me reuní con algunos compañeros del colegio: Franco con Paola, Flavio con Leo, y Marina". Las reuniones fueron tres: una con Franco y Paola, una con Flavio y Leo, una con Marina. Pero si seguimos la regla y no usamos la coma antes de la y, la frase sería: "Me reuní con algunos compañeros del colegio: Franco con Paola, Flavio con Leo y Marina", y el lector podría pensar que las reuniones fueron solo dos: la primera con Franco y Paola, y la segunda con Flavio, Leo y Marina.
Veamos ahora otro ejemplo claro que demuestra como la vieja regla gramatical de evitar la coma antes de la conjunción y es insostenible en términos rítmico, sintáctico y semántico. Si escribimos: "Lucas se chocó y Claudio terminó en el hospital", introducimos una relación de conexión o incluso de causa y efecto entre los dos eventos. Pero si escribimos: "Lucas se chocó, y Claudio terminó en el hospital", listamos los dos eventos como si fuesen paralelos o incluso independientes. Además, también desde el punto de vista rítmico, la presencia o la falta de la coma provoca una cadencia diversa.