"The Good Wife", esa serie que no comencé cuando se estrenó, cuya primera temporada maratoneé en Septiembre y de la que hoy he podido ver, por fin, el desenlace de su segunda tanda de episodios.
¿Y qué tiene este drama que tan locos nos tiene a todos? Para empezar su extraordinario reparto; los Emmy y los Globos de Oro avalan a Julianna Margulies y Archie Panjabi. Y sus guiones, que son puro oro para nosotros los seriéfilos. A lo largo de estos 23 episodios han pasado muchas caras conocidas por Lockhart & Gardner (durante un tiempo "& Bond"), como Michael J. Fox y America Ferrera (que repitieron), Rita Wilson y con la reaparición de, entre otros, Martha Plimpton.
Muchos pueden considerar a la serie creada por el matrimonio King como un procedimental más, del montón. Señores/as, están ustedes muy equivocados/as. "The Good Wife" va varios pasos más allá. Sí, cada capítulo es un caso, todos autoconclusivos, pero hay mucho más detrás con tramas personales y tramas políticas. La vida real reflejada en la serie: Chávez, redes sociales, inmigración... El desarrollo de las relaciones entre Alicia y Will, Alicia y Peter, Alicia e Eli, Alicia y Jackie y Alicia y Kalinda. Alicia, Alicia y cinco veces Alicia. La llegada de Bond al bufete y su posterior salida con la conspiración en la sombra entre su supuesto aliado Will y la siempre prefecta Diane. La aparición de Blake Calamar y los nervios de Kalinda, que dieron lugar al primer Kalindazo de la temporada (nunca unas gafas de sol y un bate de béisbol hicieron tan chunga a una mujer). La trama entorno a la elección del nuevo Fiscal del Estado, con una guerra a tres bandas entre Peter, Childs y Wendy Scott-Carr, lo que nos metió en el mundo de la política y nos permitió disfrutar del buen hacer de Eli Gold, ya bien sea con su hija, la niñera de la competencia, o enfrentándose a la religión que hicera falta.
Pero el plato fuerte de la temporada tenía a Alicia, Peter y Kalinda como protagonistas. El nombre de Leela dio lugar al descubrimiento: Kalinda (aka Leela) se acostó con Peter cuando éste era Fiscal del Estado, noticia que cayó como un jarro de agua fría sobre Alicia. Supuso la fractura en la relación entre Alicia y Kalinda, pero ha permitido que Alicia se liberase de su marido (de su suegra) y pudises dar rienda suelta a la pasión con Will (¡qué viva el tequila!). ¿Dónde? En el ascensor, escenario elemental en la serie, donde vimos hundirse a Kalinda (segundo Kalindazo de la temporada) y donde, en una escena magníficamente escrita y dirigida (y al ritmo de Mika y su "Any other World"), Will y Alicia se funden en un tórrido beso.
¿Y Diane? ¿Dónde está Diane? En todos lados y a la vez en ningún sitio. Su risita ha seguido presente, y la grandeza de Christine Baranksi con ella (en mi casa están hartos de que la nombre). Y sí, ella también tuvo su momento de debilidad junto al personaje de Gary Cole.
Una serie de 10, con una temporada de 10. El año que viene, la CBS la tiene programada los domingos, en competencia directa, si no me equivoco, con las Desesperadas de la ABC. Interesante noche la última de la semana para la televisión americana.