2008 fue el fin de Arquero Urbano. Y lo fue porque una etapa de mi vida decía adiós para siempre. Un día me di cuenta de que no había flechas en el carcaj, y que estaba siendo autor de un gran mentira en forma de diario impostado. Mil metáforas vacías y poca verdad. Recuerdo aquel día con bastante exactitud. También era septiembre, como hoy. Y también, como hoy, tocaba cerrar página. Septiembre. Casualmente, el mes de mi nacimiento. Puede que sea esa la razón por la que dos humildes bitácoras cerraron su última página. Al final, una tapa dura, opaca y honesta.
Hoy no sólo acaba un blog, sino también una absurda pretensión de llegar a terreno vedado para mí. No habrá otro. No habrá continuación. Es el fin. De "El Renacer de Icaro". Y espero que también el mío propio como lo que soy en este instante. Icaro nunca renació. Y si lo hizo, afirmo sin reservas que volvió a hundirse en medio del océano.A los que redescubrieron a Paul Díamond, revisaron películas vistas o por ver a través de mis ojos, y viajaron conmigo a Luneda o Abenojar. Gracias por haber perdido unos minutos leyendo estas páginas. No obstante lo dicho, fue un enorme placer.Ángel.