La vida es un juego que hay que aprender a jugar. Nunca sabes qué cartas te tocarán en el sorteo pero siempre se les puede sacar partido. Hay que conocerlas, sopesarlas y aprovechar su potencial. Hay reglas y hay trampas. Los ases son escasos, a pocos les caen de entrada aunque algunos se los guardan en la manga. Aún así no son invencibles, hay que esperar el momento. La experiencia enseña a leer sus caras, a adivinar sus cartas, y esa es la mayor ventaja.
Every gambler knows
that the secret to surviving
is knowing what to throw away
and knowing what to keep
Cause every hand is a win
and every hand is a looser
and the best that you can hope for
is dying in your sleep.
De todos los juegos se disfruta.