The gift en el teatro Lara: La brillante consecuención de un ambicioso proyecto musical

Por Asilgab @asilgab

Refugiados bajo la íntima penumbra del Teatro Lara y de las melancólicas y oscuras notas de Black (una de las mejores canciones de su último disco), The Gift nos demostraron una vez más que no son un grupo al uso, pues su consistencia es la brillante consecución de un ambicioso proyecto musical que va más allá de las modas, y que está sustentado en la genialidad de ese gran músico llamado Nuno Gonçalves y la voz de la diva de la canción portuguesa más internacional llamada Sónia Tavares, que allende de los fados, transforma las canciones en una deliciosa secuencia de imágenes imborrables. Nada más escuchar este Primavera, y tal y como comenté en la página oficial del grupo en Facebook, la primera sensación que me recorrió el cuerpo fue la de estar escuchando una sinfonía que muy bien podría haber salido de la mezcla entre Claude Debussy y The Art of Noise, un experimento que el grupo conceptual inglés ya realizó en el año 1999 con trece magníficas canciones. Anotaciones al margen aparte, tras Black, caímos hipnotizados por el poder de la música de un ensimismado Nuno ante su piano, pero que tras La terraza, Open window y Sehnsucht, despertó con la primera anécdota de la noche en el transcurso de Meaning of life (¡qué gran canción!), y que tuvieron que volver a iniciar, porque al propio Nuno no le convencía su ejecución. Preparado o no, lo cierto es que el incidente consiguió romper el hielo de la penumbra que había en el Teatro Lara (extraordinario lugar para oír Primavera) y logró transmitir todas las buenas sensaciones del escenario al patio de butacas.

Primavera es la ausencia de color, y el resultado de unas canciones escritas en primavera para ser escuchadas en invierno, tal y como nos dijo el propio Nuno. Es verdad, la música que se incluye en Primavera, exporta una sensibilidad única y mágica a raudales, como si sus notas nos mecieran en un infinito columpio que logra hacernos soñar con volar. Volar lejos, cerca, hacia dentro, hacia fuera; en definitiva hacia donde uno quiera, porque la profunda voz de Sónia (más diva que nunca) nos lo permite y nos lo facilita (a veces me acordé de Teresa Salgueiro, la voz de Madredeus hasta 2008), porque todo parecía recogido en un enigmático y gigantesco papel cebolla bajo el que resguardarnos para jugar al juego de las sombras justo antes de ser envueltos en el verdadero papel de regalo. Ese gigantesco tesoro, ayer se convirtió en un espectacular billete que nos permitió viajar por la vida y por el mundo de la mano de The Gift (¡qué gran compañía!). Sí, ayer surcamos mares, océanos, bancos de nubes y sueños, a la vez que escuchábamos Blindness, Les tulipes de mon jardín y Primavera y sus variaciones, siempre bajo la tutela cercana de un Nuno Gonçalves feliz de tocar en su propia casa, tal y como él también nos confesó ayer.

Tras un merecido descanso del grupo (y sobre todo de la embarazadísima Sónia Tavares), en la segunda ocasión que se levantó el telón del Teatro Lara, fuimos trasladados a otro lugar; a una estancia multicolor que desprendía fuerza y optimismo y que era acompañada de ritmos que nos incitaban a bailar. El escenario del Teatro Lara se metamorfoseó para acabar convertido en una explosión de luz y color bajo el estigma de ese gran álbum que es Explode. Suft full of colours llenó de energía al grupo y a los asistentes al concierto, y hasta Sónia se atrevió con unos ralentizados movimientos de baile (habría que haberla visto en su anterior actuación en Madrid en el Circo Price para saber de lo que estamos hablando). Esta nueva propuesta de The Gift no cayó en saco roto, y con RGB, todo el mundo se levantó de sus butacas para acompañar los ritmos de esta ópera musical fusionada con explosivos colores y ganas de vivir llamada Explode. Ese río inusitado de alegría, encontró un aliado natural en esa gran composición pop llamada Race is long, que tras una larga presentación de la misma por parte de Nuno, resultó ser la excusa perfecta para que él y el resto del grupo se la dedicara a Sónia y su futuro vástago, Fausto; una propuesta que terminó arrollando a un público que ya estaba entregado ante la mayúscula causa musical de The Gift, y que una vez más, agradeció las muestras de cercanía del gran maestro de ceremonias en el que ayer se convirtió un gran músico al que podríamos denominar como Sir Nuno Gonçalves.

Made for you fue la constatación de la química existente entre el binomio Sónia-Nuno y su público, y que en Fácil de entender se tradujo en una complicidad sin límites. Lo que nos llevó hasta Driving you slow y al grito por parte de un espectador de: ¡conciliación! Una espontánea manifestación que dejó un poco descolocada a Sónia, pero no a la canción, que de nuevo fue una nueva demostración de las magníficas cualidades que tienen las notas de muchas de las canciones del grupo para transformar su conciertos en una mega pista de baile, pero no de un baile cualquiera, sino de una sofisticada muestra de sonidos que de nuevo te embelesan en su versión más trepidante. Con The singles (nuestra propia aventura galáctica tal y como nos confesó Nuno) se terminó la actuación de ayer de The Gift en el Teatro Lara. Este rap colectivo fue un extraordinario cierre y fin de fiesta, que al poco tiempo se manifestó como falso, pues The Gift nos tenía reservada una última sorpresa (suponemos que muy a pesar de Sónia, valiente y tenaz en su puesta en escena toda la noche) con la ejecución de In repeat; un tema eterno, apoteósica y venerable, que ante el ¡sois un maravilla! de Nuno, tuvo el acierto de convertirse en un gran colofón a una actuación que nos muestra lo mucho y bueno que hay tras estos cuatro músicos portugueses, llamados a escribir grandes páginas en la historia de la música, ya sea ésta indie, masiva o de la otra, porque la calidad no entiende de marcas sino de paladares, y ayer los que tuvimos la fortuna de asistir al bello espectáculo musical propuesto por The Gift, nos fuimos a casa saciados de buena música.

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.