La trilogía Millenium de Stieg Larsson es un fenómeno de masas. Primero fueron los tres libros, después la trilogía de películas europeas, y ahora con David Fincher detrás de las cámaras empieza la trilogía americana. Motivos para hacer tantas versiones en tan poco tiempo, no hay ninguno, pero debido a que para la que escribe siempre que Fincher saca una película es motivo de satisfacción, no voy a ser yo quien se queje.
Antes de hablar sobre la película avisar que no me he leído ninguno de los libros; y tampoco he visto ninguna de las tres películas europeas. Quería leerme los libros, y no vi las europeas por eso, pero al final he sucumbido ante mis ganas de ver lo nuevo de Fincher.
Esperando poder distanciarse de la acusación de difamación que pesa sobre él, el periodista Mikael Blomkvist se traslada a una isla remota del norte de Suecia donde la muerte aún no resuelta de una joven atormenta a su tío cuarenta años después. Alojado en una cabaña de la isla donde el asesino puede estar uan rondando, la investigación de Blomkvist le lleva a dibujar los secretos y mentiras de esta poderosa y rica familia junto a una rara aliada, la tatuada y hacker punk, Lisbeth Salander...
The Girl with a Dragon Tattoo (El Hombre que no amaba a las mujeres) es un thriller sólido y sobrio. Su estructura funciona y cuenta una trama compleja con bastante acierto. Aun así, el guión peca de facilón y la manera como evoluciona y finalmente se soluciona el caso no deja de ser previsible. Se echa de menos un poco más de intriga, que nos haga pensar. A pesar de ser Fincher, está lejos de esa tensión que se podía cortar de películas como Seven o Zodiac, pero aun así el esfuerzo de Fincher es notable. Agradecerles también al director y a los guionistas la crudeza con la que cuentan la historia, en ningún momento pretenden suavizar ciertas escenas y el hecho que nos las muestren sin miedo, de forma directa y hasta el final se convierte en una gran baza de la película.
Por el contrario, la historia no resulta todo lo atrapante que se podría esperar y las casi 3 horas de duración no ayudan nada. Si bien es verdad que no se hace excesivamente larga, sí que le cuesta bastante arrancar con la trama principal que ocupará toda la película. Y no es hasta que los dos protagonistas se ponen a trabajar codo con codo que no nos enganchamos.
Antes de terminar, no hay que olvidar los créditos de inicio, realmente impresionantes; que sin embargo juegan un poco con el espectador. Personalmente cuando los vi, me esperaba un thriller lleno de acción y tensión; una película explosiva. Al final se quedó en un buen thriller.
Como conclusión, no estamos ante la mejor película de Fincher. Sigue su nivel de los últimos años, en los que desde Zodiac, no acaba de hacer esos peliculones que nos tenía acostumbrados. Aun así, presenta un thriller sobrio, serio, duro y directo, con un guión algo previsible, pero que te mantiene el interés en todo momento gracias a Rooney Mara en la piel de Lisbeth Salander.
NOTA: 7/10