The Guilty, A veces mil palabras valen más que una imagen

Publicado el 22 noviembre 2018 por La Henryteca @LaHenryteca
Por Victor Fernández.

Como ya ocurría en Buried (2010, Rodrigo Cortés) o en Locke (2013, Steven Knight), la ópera prima de Gustav Möller decide contar toda su historia a través, únicamente, de llamadas telefónicas, y con un solo personaje en el mismo espacio durante los 85 minutos que dura el filme. Una elección arriesgada, y más tratándose de un thriller, un género muy marcado por la acción y la eficacia de las escenas de tensión turbulentas. 


Es por eso por lo que no se puede más que alabar el primer trabajo de este joven director, que nos deja pegados a la butaca, sin utilizar otra cosa que el rostro de su principal personaje, y una pequeña sala del 112, donde atienden las emergencias de los ciudadanos, para contarnos dos historias, la del misterioso e inquietante suceso que se le presenta esa noche, así como la que él lleva por dentro y le atormenta. En ninguno de los dos casos se ve, o al menos no se muestra, y es nuestra imaginación la que lo recrea todo a través de lo que se escucha y lo que su protagonista, Jakob Cedergren, nos deja entrever.

La película, al no salir nunca del mismo espacio, nos presenta rápidamente a su personaje principal, en una rutina de trabajo que parece incomodarle, y con una situación externa que le presiona. Los detalles se revelan muy poco a poco, sobre todo los de él. Solo sabemos que al día siguiente tiene un juicio, y es muy importante para su futuro. A partir de ahí, el magnífico trabajo de Jakob Cedergren, al que apenas dejan levantarse de una mesa de ordenador, nos lleva por sus estados de ánimo, siempre acompañados por una dirección realmente sostenida y que alimenta la tensión, y más contando con tan pocos elementos como los que tiene. Uno podría mal pensar que se trata de un cortometraje alargado, pero no hace falta que pasen unos cuantos minutos para observar que todo está muy controlado por Gustav Möller, y por el guion que él mismo escribe junto a Emil Nygaard Albertsen. La eficacia por ponernos los pelos de punta, y por movernos e incomodarnos en la butaca, con una tensión in crescendo, es más que digna.


Lo que demuestran películas como The Guilty es que, a veces, menos y más, y que, en muchas ocasiones, y más en esta época donde la imagen vale tantísimo, y todo se nos recarga y acentúa a través de ella, el cine también puede ser narrado de otra manera, jugando con dos imágenes, la que se nos pone en pantalla, y la que nosotros tenemos que recrear en nuestra mente, y eso a veces es más terrible. Solo hay que llegar ciertos momentos de la película (como, por ejemplo, cuando los policías llegan a la casa donde están los niños…), para que la fuerza de esa escena sea mucho más potente, a través del increíble trabajo de sonido y de su protagonista, que en ese momento se encuentra en nuestra situación (o nosotros en la de él), y así poder entender el doble juego al que estamos siendo sometidos como espectadores. Y eso, quizá, es lo que más acentuaría de un thriller como The Guilty, que se interesa por el entretenimiento del espectador, pero sin poner nunca en duda su inteligencia.


Claramente, no todo son flores en el jardín. The Guilty, al someterse a unas leyes tan marcadas, se aferra como puede a un guion que, intentando no ser extremadamente explicativo, no puede evitar caer, sobre todo hacia su final, en cierta redundancia de giros, y, sobre todo, en cierta sobre-explicación del problema que le atañe a su protagonista (el monólogo final, donde suelta su problema, se hace más explícito de lo que es durante el resto de metraje). Aun así, está muy bien hilado, y por ello el guion funciona como un reloj suizo, pero no me deja de rechinar un poco cierta moraleja que, contada a través de la palabra, pierde fuerza (todo lo que anteriormente he dicho que no ocurría). De todos modos, muy inteligentemente, su director Gustav Möller nos deja una imagen final que recupera cierto sentido de la cuidadosa e inteligente línea que sigue el filme, en cuanto a la exposición de datos que se nos da al espectador. Una imagen que habla por sí sola, y que nos sitúa al personaje en la situación en la que debía acabar.


De todos modos, al final, la historia que se nos presenta es sencilla, incluso podríamos decir que convencional. Asger Holm, un oficial de policía, ha sido relegado a operador del servicio de emergencias. Durante su turno de noche, recibe la llamada de una mujer aterrada. Asger, rápidamente, se da cuenta de que esa mujer ha sido secuestrada, y debe comenzar una búsqueda contrarreloj, con la ayuda de sus compañeros, por todo el país. No deja de ser la trama de thriller básica, pero es, en este caso, la manera de narrarlo, y la eficacia de su director, las que juegan mucho a su favor. Mantiene la tensión más de lo que conseguiría la cinta si se nos mostrasen los dos lados, y de eso no cabe duda. Además, tiene un desarrollo de personajes interesante, pues todos tienen una psicología bastante trabajada, y ninguno acaba como empieza, y más de cara al espectador. Quizá, eso sí, para ello nos hacen pasar por algún giro de guion que no a todos les puede resultar realmente creíble o, al menos, no todo podrán llegar a empatizar bien con él.

Aun así, y para finalizar, The Guilty es una agradable sorpresa dentro del género de intriga, y que siguiendo una estela muy parecida al de otras películas, al principio comentadas, consigue hacerse con su propio registro y con su propia forma, haciéndote olvidar esas otras. Sin duda, ello se debe al buen hacer de su director y de su protagonista, que no dejan de transmitir la tensión y el agobio de estar atrapados entre cuatro paredes, con una historia que se nos revela tan poco a poco. Sin duda, si este fin de semana tienen pensado ir al cine, The Guilty es una opción más que digna para cualquier espectador con ganas de descubrir una película de lo más interesante.


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    • ##check## Lo bueno
      •  La sencillez y eficacia de la propuesta, que entretiene, además, bastante.
        La dirección y guion del novel Gustav Möller, unido la gran actuación de Jakob Cedergren .
    • ##times## Lo malo
      • La necesaria, pero algo explicita, verbalmente, parte final.
        Que a alguien le eche para atrás la idea de estar 85 minutos en el mismo espacio y con el mismo personaje. Una historia que no deja de ser, en su argumento principal, algo convencional. 

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    • Ambientación 6.0
      • Sencilla y efectiva. Una ambientación austera y directa. Unas oficinas donde todo lo que sucede se convierte en frío y claustrofóbico.
    • Desarrollo de Personajes 7.0
      • Un buen desarrollo, donde todos los personajes principales, vistos y oídos, tienen un cambio y un desarrollo más o menos correcto.
    • Argumento / Guión 6.5
      • Aunque el argumento no es del todo novedoso, su planteamiento a nivel de dirección lo eleva. Aun así, por su parte, el guion tiene bastante pulso, y construye una situación de lo mas tensa.
    • Banda / Sonora 7.0
      • Si con banda sonora recogemos también el sonido, es sin duda uno de sus puntos más fuerte. Toda la reconstrucción sonora que hay a través del teléfono, con los sonidos del otro lado, es magnífica, y pone en muchas ocasiones los pelos de punta.
    • Entretenimiento 7.0
      • Se pasa en un suspiro, no solo por su corta duración, si no por su buen manejo de la tensión, que te tiene bastante pendiente y entretenido durante toda la película.
    • Montaje / Innovación técnica 7.0
      • Sin duda, un montaje de altura. Una película construida alrededor de un solo personaje en una habitación, y que en ningún momento decae en ritmo, tiene mucho de agradecer a una labor del montador más que notable. En cuanto a innovación técnica, hay poco que destacar. Es una película muy sencilla, y de muy bajo presupuesto, que no genera grandes innovaciones.
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    • Puntuación Total  7 / 10

Trailer:

Fuente Imágenes: Caramel Films