The Handmaid's tale: una distopía que no debería dejarnos indiferentes

Publicado el 06 mayo 2017 por Dro @Drolope

Últimamente está habiendo mucho debate con esto de los vientres de alquiler. Ya sabéis, que las mujeres no quieran ser tratadas como objetos que se compran y se venden crea mucha polémica. The Handmaid's Tale lo lleva al extremo pero, como con muchas otras distopías, tenemos que pensar: ¿Cómo podemos aplicar esta situación ficticia al mundo real? ¿Qué podemos hacer para no llegar nunca a esa situación ni a una similar?
En The Handmaid's Tale vemos el alza de un gobierno totalitario en los Estados Unidos del día a la mañana, cosa que a estas alturas no creo que a nadie sorprendiera demasiado. ¿Y a quién afecta este nuevo gobierno? Pues a quién va a ser, a las mujeres. Primero les cancelan las cuentas bancarias, luego las despiden de sus trabajos y, más tarde, les obligan a que toda su vida gire en torno a la reproducción. 
Según este gobierno las mujeres libres son putas, nos suena, ¿verdad? El aborto es un pecado, las prácticas sexuales sin reproducción son impuras, la homosexualidad es una aberración. Pero lo que no es impuro ni un pecado es que las violen y las obliguen a tener hijos que luego les arrebatarán. 

Se trata de un presente alternativo en el que la mayor parte de personas son estériles, es difícil quedarse embarazada y más que el feto sobreviva durante el embarazo o el parto. Y como lo decía, las que lo pagan son las mujeres. Las pocas fértiles que quedan son enviadas a casas de familias como sirvientas y en el día de ovulación de su ciclo menstrual, se tumban sobre la pelvis de la mujer y el hombre las viola. Que no se quejan ni dicen que no, pero sigue sin ser consentido, y por lo tanto, violación.
En realidad, una gran cantidad de situaciones pueden compararse con la sociedad actual: un gobierno estadounidense que nadie creía posible, las violaciones, la homofobia, las mujeres como objetos usados para la reproducción, obligadas por un sistema que no les deja otra alternativa. 

Pero también hay algo positivo que muestra esta serie y que también podemos ver hoy en día: la sororidad. El apoyo entre mujeres. Las sirvientas no están solas, se tienen las unas a las otras, igual que las mujeres nos tenemos las unas a las otras. Un sistema las oprime y la única manera de sobrevivir, la única manera de luchar contra él, es estar unidas. 
"Illegitimi non carborundum", lo entenderéis si veis la serie ;) 


Victoria (@_TheEastWind)