Lasse Hallström (Siempre a tu lado, entre muchas) intenta acaparar la atención del espectador en este film sueco que en su intento de thriller intrigante no hace más que ahogarse en un drama soporífero y difícil de digerir por su pesadez. Los primeros veinte minutos consiguen atraer a base de una puesta en escena sangrienta y estimulante, generadora de tensión y suspenso. Todo debido al salvaje asesinato de una familia de la cual se salva solo un jovencito con graves heridas. Éste, hospitalizado y casi incapaz de comunicarse para atestiguar, es considerado el hilo conductor que permita unir las piezas del rompecabezas de un crimen que no ha dejado grandes pistas. En la investigación se convoca a un experimentado hipnotizador para que a partir de sus particulares métodos pueda hacer hablar al adolescente en shock. La carencia de ritmo es el aspecto negativo más detestable de la película; si bien nada hay para cuestionarle a la dirección de fotografía y al clima macabro que sabe cosechar el director en determinadas escenas, la narración falla notablemente en la dinámica, en el curso de la historia. Todo transita de modo muy lento, con una musicalización adormecedora y con pasajes innecesariamente extensos que pedían a gritos la simpleza de algunas elipsis para no someternos a su tedioso desarrollo. Para colmo, todo lo bueno que se supo construir en el arranque acaba descendiendo en un pozo de inverosimilitudes y situaciones absurdas que no hacen más que entorpecer el relato mismo. Con evidentes agujeros en el guión, The Hypnotist desaprovecha la oportunidad de mantener alerta e intrigado al espectador pasando sin pena ni gloria e incrustándose de lleno contra el paredón del olvido.
LO MEJOR:la dirección y las actuaciones del trío principal. LO PEOR:lenta, pesada, aburrida, extensa. Se torna ridícula e incoherente.
PUNTAJE:4,2