Revista Cine

The Imitation Game, la aceptación personal y la vida en sociedad

Publicado el 02 febrero 2015 por Sergio Palacios @palserg
The Imitation Game, la aceptación personal y la vida en sociedad

CHRISTOPHER MORCOM:
Sometimes it is the people who no one imagines anything of
who do the things that no one can imagine.

FICHA TÉCNICA
Título: The Imitation Game (2014) / El Código Enigma
Director: Morten Tyldum
Guión: Graham Moore (Screenplay), Andrew Hodges (Libro)
Cinematografía: Óscar Faura
Edición: William Goldenberg
Música: Alexandre Desplat
Cast: Benedict Cumberbatch, Keira Knightley, Matthew Goode, Rory Kinnear, Alleen Leech, Matthew Beard, Charles Dance, Mark Strong, ...
País: Reino Unido / Estados Unidos

Basándose en el libro biográfico de Andrew Hodges, "Alan Turing: The Enigma", The Imitation Game trata sobre la vida de Alan Turing, uno de los matemáticos más importantes del siglo 20, responsabilizado de haber sentado las bases de la computación actual y la inteligencia artificial, la historia se desarrolla en diferentes tiempos:

  1. En los 20s, la infancia de Alan Turing (Alex Lawther), siendo víctima de abusos debido a sus capacidades superiores, y la relación que entabla con su compañero Christopher Morcom (Jack Bannon).
  2. Durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo de especialistas británicos están encargados de descifrar los mensajes que los alemanes se enviaban a través de la máquina Enigma, para lo cual Alan Turing (Benedict Cumberbatch) plantea el crear una máquina para que realice esta labor, con el gran apoyo de Joan Clarke (Keira Knightley).
  3. Ya en los 50s, el arresto de Alan por su conducta homosexual, lo que era considerado un grave crimen en aquella época.

The Imitation Game se refiere a la publicación y prueba de Alan Turing para determinar si el sujeto es un humano o una máquina, pero el título funciona maravillosamente de forma poética para la vida misma de Alan Turing, la de Joan Clark, y para el trabajo realizado por quienes estuvieron involucrados en descifrar el código, pues las vidas de todos terminan siendo como un juego en el que deben de pretender ser lo que no son, ya sea por su propio bien o por el de toda la nación.


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