Como llevo diciendo unos días, The Killers, la banda norteamericana, han editado el 13 de agosto su séptimo álbum de estudio titulado Pressure and machine, sólo un año después de Imploding the mirage donde parecía que volvían a recuperar el nivel perdido en su trabajo de 2017, aquel irregular Wonderful, Wonderful. El trabajo ha sido co-producido por la propia banda (reducida a trío, donde Brandon Flowers sigue cantando y tocando sintetizadores, Ronnie Vannucci Jr. sigue a la batería y Dave Keuning a la guitarra y pedal steel guitar), Shawn Everett y Jonathan Rado de Foxygen. El álbum está inspirado en la vida de Brandon en Nephi, el pueblo de Utah donde vivió entre los 10 y los 16 años. Según la nota de prensa "Las canciones de Pressure machine se basan en los recuerdos de infancia de Flowers, que son tan tiernos como provistos de enorme tristeza y miedo". Además el disco incluye fragmentos de entrevistas que el grupo ha realizado a los habitantes del pueblo, donde relatan como es su vida allí.Quiet town es uno de los singles, donde el grupo recupera muchas de las cosas que les hicieron ser un grupo de moda en su día. Luego tuvimos Runaway Horses donde colabora la cantante Phoebe Bridgers, un tranquilo tema donde las voces mezclan bien y el pedal steel guitar adorna de manera perfecta. Más tarde vino con In another life, con una melodía algo facilona, pero cuyo cantante encarrila con su voz. También hablé del tema que da título al disco Pressure machine, buen medio tiempo donde la voz de Brandon Flowers está increíble. Ahora vamos con Sleepwalker otro gran medio tiempo, en el que la voz de Brandon vuelve a estar a un gran nivel. Os dejo con Sleepwalker.