The Knick 2014-
"Realista". Esa una de las palabras con la que podemos definir 'The Knick'. Esa ha sido una de las premisas de sus creadores y productores, encabezados por Soderbergh ('Traffic', la saga de 'Ocean's Eleven'), que han replicado las técnicas médicas de principios de siglo XX para hacer lo más creíble lo que nos iban a contar. Por consiguiente, "sangrienta" es otra palabra que sirve para describir esta serie. Sobre el blanco inmaculado del hospital, el rojo sangre siempre queda bien, pero si el espectador es un poco delicado, tendrá que retirar la mirada de la pantalla más de una vez.
La cirugía de entonces, según el tipo de operación, se llevaba por delante a muchos pacientes. Muchas operaciones se empezaban sabiendo que lo más probable es que el enfermo acabara en la morgue. Pero había que seguir intentándolo, experimentando nuevas técnicas para mejorar los resultados. La cuestión es que no es fácil sobrellevar tanta muerte. El doctor Thackery tiene su propia técnica para superar la jornada. En esto es todo un 'House', pero de la escuela antigua: habiendo cocaína y opio, para qué quedarse en simples pastillas (que seguro no habría).
'The Knick' es una serie dura, habla de cuestiones nada fáciles de digerir, no trata de ser políticamente correcta y tiene un personaje protagonista que no cae bien pero que puede llegar a fascinar. Y encima Owen lo clava. En resumen, es de esas series que aunque el público decida no acompañarla y las críticas sean de todos los colores, también malas, lo tiene todo para triunfar, simplemente por calidad. Además, la cadena ha apostado por ella y la ha renovado para una segunda temporada, así es que la continuidad está asegurada al menos durante 20 episodios.