“The Knick” se centra con precisión quirúrgica en el trabajo de un pionero Hospital de Nueva York en el año 1900, donde sus visionarios trabajadores diseñan la medicina moderna a base de ensayo y error. El personaje principal es el del Cirujano Jefe Doctor John Thackery, pragmático, apasionado, atormentado, que consigue frustrar sus demonios a base de cocaína intravenosa y sesiones intensas en el fumadero de opio al que acude religiosamente tras salir del trabajo. La trama se basa en el trabajo hospitalario, pero poco a poco vamos conociendo cosas de los diferentes personajes, los cirujanos, la administradora del Hospital y su familia, el ambulanciero, el tesorero… que van enriqueciendo el conjunto. El ritmo es constante, no decae en ningún momento, ni entra en sentimentalismos baratos, con escenas de intervenciones quirúrgicas perfectamente descritas que te hacen contener la respiración. Observamos apasionantes descubrimientos, fracasos, epidemias, lo mejor y lo peor que pueden llegar a realizar los seres humanos, entendiendo perfectamente cómo de dura era la vida en esos años de transición previos a la primera guerra mundial.
El reparto está a la altura, destacando por encima de todos a Clive Owen como el Dr. Thackery, logrando la que probablemente sea hasta la fecha su mejor creación y que con seguridad le otorgará premios en el futuro más reciente. Owen se transmuta en Thackery, y su poderosa voz transmite todo lo que le ocurre a este fantástico personaje, que anda por el filo de una navaja en todo momento, temiendo todos que se pueda derrumbar de manera irreversible.
En definitiva,
The Knick es un entretenimiento de primer orden, que aborda los albores de la medicina moderna como si de un documental se tratase, apasionando tanto a los interesados en ella, como a los que prefieran pasar un buen rato.