Uno a uno fueron cayendo casi todos los temas de su nuevo disco, algo lógico tratándose de su presentación y totalmente razonable teniendo en cuenta que no hay nada de relleno en el álbum. Un trabajo tan compacto y bien conseguido debe suponer un lujo para la banda a la hora de traspasarlo al directo y la única dificultad debe estar en descartar algún tema para incluir éxitos anteriores. Para mi gusto, un setlist muy acertado, en el que no dejaron decaer el ambiente en ningún momento.
Y es que precisamente eso fue el plato fuerte de la noche, una intensidad continua, una fuerza que sólo se puede transmitir desde un escenario con la convicción del que disfruta y quiere hacer disfrutar. Si los temas ya eran atractivos en el CD, en directo sumaron esa magia de la sala pequeña, de la proximidad.
El grupo, además, se mostró muy conjuntado, a pesar de las tres voces, las tres guitarras, sintetizadores, percusiones, todos encuentran su lugar y su momento y crean una atmósfera apasionante. De esas que contagian y te invitan a cantar y a querer más. Músicos hiperactivos que pasan de la guitarra al teclado y del bajo a la percusión, además de cantar y bailar sin parar.
En resumen, un concierto con el que seguro conquistaron a más de uno y nos confirmaron al resto que son y van a seguir siendo muy grandes. Están llamando a las puertas de los grandes eventos, no sólo en nuestras fronteras, también más allá. Así que si les veis llegar a la ciudad, no dudéis en ir a verles, es un placer indiscutible.