La historia transcurre en un mundo de influencia principalmente asiática, donde predominan las artes marciales y la manipulación de los elementos en combinación con el misticismo oriental, siguiendo las aventuras de Aang, el más reciente sucesor del ciclo del avatar, quien deberá aprender a dominar los 4 elementos, principalmente el control del Agua, y acabar la guerra junto a Katara y a Sokka. Durante su viaje serán perseguidos por el príncipe Zuko, que intentará capturarlo para recuperar su honor.
Si partimos de los primeros avances, estos se veían fantásticos, con buenos efectos especiales y mucha, pero mucha acción, que es lo que atrae a los espectadores a las salas…pero comenzaron a salir las primeras críticas, en este caso sobre Aang, el protagonista, que es un niño muy simpático y alegre, sin embargo aquí se le veía muy serio, demasiado para nuestro gusto y el de los fanáticos.
En relación a la adaptación de la serie animada, el rechazo ha sido casi unánime, la han catalogado de demasiado infantil, dirigiendo los principales ataques al lado de la acción, argumentando que se basa casi en su totalidad en explosiones y peleas sin sentido haciendo que el propósito y la trama se vuelvan muy confusas. Otro punto tiene relación con las actuaciones, catalogadas de malas y primerizas, un golpe bastante fuerte para el trabajo interpretativo de los filmes anteriores de Shyamalan.
Paramount Pictures le ha encargado escribir, dirigir y producir una trilogía de películas de acción en vivo sobre la serie, así que la polémica y la crítica tienen para rato. ¿Tendrá algo que ver el estrepitoso fracaso de Dragonball Evolución el año pasado? Es conocido de sobra lo mucho que es criticado el trabajo del director indio, pero esta vez es tan firme la unanimidad en las valoraciones y tanta la negatividad que la decisión final la tendremos luego de ir a verla a las salas…