El título de esta pequeña novela de hoy proviene de un popular poema del poeta irlandés Thomas Moore de 1805 y musicalizado por Sir John Andrew Stevenson dos años más tarde. Quizá ya conozcáis la canción pero, para aquellos de vosotros que nunca la habéis oído, os dejo el enlace a una bonita versión de la misma AQUÍ.
El poema es el lamento de la última rosa del verano, que florece tardíamente cuando las otras ya se han marchitado, y no desea lucir en su esplendor sola en el jardín; el poeta, apiadándose de ella, decide cortarla. Un bello poema pero cuya desesperanza la protagonista de nuestro relato no acaba de compartir. Deborah Larrabee ya no es una niña y mientras sus antiguas compañeras tienen marido e hijos ya en edades casaderas, ella sigue soltera, viviendo con su madre con una pequeña renta que les ha dejado su padre. La insegura Deborah siempre era la que se pasaba los bailes sola, la que volvía a casa sin compañía, la que añoraba en secreto que alguien algún día, en algún momento, se fijase en ella. Y seguía doliendo a estas alturas que su atractiva y bien casada amiga, Josie, comentase en la fiesta a la que la habían invitado, "She can´t understand! She never was a rose". Seguía haciendo daño y trayéndole a la memoria su pasado sentimental yermo. Sí, era respetada y apreciada, pero con un afecto teñido de la compasión por una pobre solterona que ha fracasado en el objetivo- de toda mujer se entiende- de hacer que algún hombre se fijase en ella. Triste destino.
El autor Rupert Hughes (1872-1956) fue una importante figura en la primera mitad del siglo XX. Fue novelista, director de cine, autor teatral, guionista en Hollywood y compositor. Un hombre, sin duda, muy completo que aún tuvo tiempo para presidir- era la época de la Guerra Fría- la American Writers Association, grupo de escritores anticomunistas. Sus historias de In a Little Town serán mi siguiente lectura de este autor. Ah, y si os animáis con esta pequeña historia, podéis leerla en inglés en Project Gutenberg. ¿Qué me decís?...