A MOST POWERFUL ADVERSARY (15 DE NOVIEMBRE DE 2015) -AVISO SPOILERS-
Damon Lindelof y Tom Perrotta quieren que seas capaz de creértelo todo. Y eso es genial. Piénsalo bien. La muy criticada estrategia de crear interrogantes en la narración -la caja misteriosa de J.J. Abrams- tiene la virtud de activar nuestra imaginación. Por eso, cuando Patti (Ann Dowd) -o su fantasma, o lo que sea- le dice a Kevin (Justin Theroux) que lo que "tiene que hacer" es robar un cáliz egipcio de un museo para verter su semen en él... por un momento, nos lo creemos. Al menos hasta que Patti dice lo del semen.
Esto es posible por la pericia de los guionistas de esta serie -Lindelof firma todos los episodios con un coguionista- que han conseguido mantenernos en la incógnita de si Kevin ve realmente al fantasma de Patti, o si se trata de un brote psicótico, como le asegura su exmujer Laurie (Amy Brenneman). Esta ambigüedad expresa uno de los temas centrales de la serie, que la propia Laurie verbaliza: cuando estamos desesperados, somos capaces de creer en cualquier cosa. Como cuando quieres creer que te quiere alguien que solo se está aprovechando de ti.A pesar del Mcguffin que es la premisa de esta serie -la desaparición de un 2% de la población mundial-, The Leftovers nos habla de personajes con problemas, con un sentimiento de pérdida con el que creo que cualquiera se puede identificar. Si no, es que has tenido mucha suerte... o es que eres muy tonto. Estoy hablando del tono de "bajona" que tienen todos los capítulos, una tristeza que encuentra su expresión perfecta en el emocionante tema de Max Richter, The Departure, auténtico leitmotiv musical. En este episodio, Kevin descubre que ha sido abandonado por Nora (Carrie Coon) lo que renueva en él -y en su hija Jill (Margaret Qualley)- la sensación de fracaso vital. Tan hundido está Kevin, que pide ayuda a esa exmujer que solía odiar (Laurie). Ambos siguen unidos de cierta manera, al menos en una absoluta confusión existencial que se expresa también musicalmente: Kevin está relacionado con el tema Where is My Mind de Pixies y Laurie con la versión al piano de Maxence Cyrin de la misma canción. Hay una secuencia aquí que mezcla las dos versiones, en lo que me parece un momento genial. Soy muy de los Pixies.